Asombros

Últimamente, mi cama pasa más tiempo deshecha que hecha. 

Y no es tan interesante como parece.

De sueños y otras realidades

En casa, siempre he tenido apodo de personaje, si no literario, sí teatral. Primero yo me sentía diferente, más aún cuando nació mi hermano. Cuando me dio por leer, mi madre todo el tiempo me decía que iba a terminar como el Loco Mazuecos, otro personaje del pueblo que paseaba con su bici y un montón de periódicos y libros viejos. A veces también me decía Don Quijote, pero más por un profundo sentido de la justicia y el honor. Cuando me independicé pasé a ser Antoñita la Fantástica, otro personaje que me fascina por lo sugerente. 

Y en éste último periodo solitario, resulta, que lejos de apodos, lo único que dicen es que tengo muchos pájaros en la cabeza; lo que ellos desconocen, es que yo intento alimentar a esos pájaros todo lo que puedo.

Así que desde hace tiempo, los libros han sido para mi, ventanas a otros mundos. Pero justo hace tres años, cuando el mayor golpe de mi vida vino a zarandearme acompañado de otras sensaciones extremas, decidimos, Lola y yo, pensar en un negocio que nos diera para vivir, pero que nos hiciera inmensamente felices.

Hoy, nuestro sueño ya es realidad, a pesar de los pájaros, que los tenemos, de los libros, que los seguimos amando, del buen hacer, que lo estamos procurando , de los comentarios de la familia, de las ideas brillantes de los amigos, de las opiniones maravillosas de los conocidos. A pesar de los juicios y prejuicios, seguimos soñando y lo hacemos desde nuestra más profunda raíz de realidad.

Una de ballenas

Madrid. Ella, menuda, pequeña, libre; nació dentro de un taxi en movimiento cuando su mamita regresaba a casa después de bailar hasta bien entrada la noche.

Los Realejos. Él, fuerte, grande y libre; nació en un teatro cuando la vida era más dura y también más sencilla, cuando se valoraban otro tipo de cosas.

Se encontraron pronto y se reconocieron tarde, se pensaban solos y encontraron la compañía perfecta, se creían sedentarios y vivieron como nómadas. La vida no nos prepara para el asombro, por eso estamos obligados a sorprendernos siempre.

Alcázar de San Juan. Otra, que llegó a destiempo, que vivió desubicada, que no sabía cual era su lugar en el mundo, salió del vientre mientras su madre bajaba por las escaleras.

Ésta última se cruzó en el camino cuando la ballena varada se hizo completa, y no cabe en la foto tanta grandeza, porque estamos juntos, aunque estemos separados, porque venimos del mismo sitio, del Teatro, y ¡por fin! hemos encontrado un cobijo...en el Nido del Arte.

El mar es nuestro camino, inmersos en las profundas aguas. Nada es sencillo y justamente por eso, vale tanto la pena.

Tres meses

Dicen que a los tres meses ya puedes dar la noticia de lo que acontecerá, porque es el periodo en el que el endometrio comienza a acoger a la futura criatura. Pues bien, después de tres meses de trabajo, obras, cambios y puesta a punto, podemos anunciar a bombo y platillo nuestro futuro bebé. Se llama Ndanka Ndanka, que en Wolof, una de las diferentes lengua que se hablan en Senegal, significa Poco a Poco. Se trata de una librería, cafetería, espacio de Arte y artesanía donde realizaremos diferentes actividades como propuesta revulsiva para mover conciencias desde la cultura. El lugar está cuidado al detalle, pero en continuo proceso de creación. Y el ánimo, la ilusión y las ganas no terminan de crecer...pareciera que nos faltara espacio.

Estos tres meses sin pasar por aquí, han traido multitud de cambios a mi vida, por ejemplo, se terminó esperar a que el dichoso Ministerio de educación me llame para dar clase en Castilla la Mancha, si llama, bien, pero si no...No voy a esperarlo sentada. He vuelto a leer lo que yo quiero, a viajar donde yo quiero y a crear lo que no se puede sujetar en el alma. Y como todo reposo continúa generando, vamos a compartir un proyecto muy bonito en el lugar donde habitamos. Mi compañera y yo, yo y mi compañera, dos locas que quieren que se siga leyendo lentamente en un mundo donde las prisas lo ocupan casi todo. 

Esperamos veros por allí algún día, entre tanto, nos vemos en los parques.

Palabras de aliento de Ferran Barber

Macarena no impartirá clases el año próximo. Como todos sabemos, a los popes de la cosa educativa les preocupan más sus evaluaciones, baremos y chorradas varias que el acto esencial de enseñar y apre-hender valores humanos. Lo primero que debería exigirse a un profesor es curiosidad intelectual. ¿Cómo puede alguien transmitir algo de lo que carece? Y a la inversa, un sólo muchacho que salga de Secundaria pertrechado de interés por cuanto le rodea ya ha sido rescatado a todos los efectos. No importa lo que haya aprehendido. No importa lo que diga su expediente. Su curiosidad hará el resto. Es la condena y la bendición de nuestra especie, desde que el primer homínido bajó del árbol y decidió echarse a andar -y a arriesgar su vida- para saber qué había al otro lado de la colina. Yo era básicamente un analfabeto funcional cuando terminé la Secundaria. Como casi todos mis insignes colegas. Me llevé dos o tres cosas conmigo: un relato delirante del contexto social de la Celestina -en el haber de Maruxa, una profesora maravillosa de Literatura- y la certeza de que los indios no fueron los malos de la Conquista española de América -y este se le debo a Pedro Luengo, uno de esos maestros humanistas a la antigua usanza. Lo que son las cosas. Veinte años después, Pedro se presentó en una feria del libro para pedirme que le firmara un ejemplar (¡como si en verdad yo fuera alguien!). Era yo, en realidad, quien debería haberme tatuado su firma en el brazo. Pero así funciona la maravillosa comedia humana... uno nunca sabe la influencia que termina ejerciendo en su entorno por mediación de esos enrevesados efectos dominó sobre los que se sostienen nuestras relaciones. Jamás me importaron una carajo aquellos apolillados libros de texto a los que redujeron el saber humano. A la postre, y a pesar de mi mediocridad académica, abandoné aquel prostíbulo con lo esencial: la perplejidad que precede al interés, a la pasión por conocer. Ya sabéis lo que dicen: un humano sin preguntas es como un tahur sin mangas. Yo sigo paseando las mías por el mundo... y agradeciéndole a las Maruxas, a los Pedros, a las Macarenas... que se ocuparan de nosotros. Ya vendrán mejores tiempos, Gaia Renace . Ánimo. http://www.diasporas.es/…/alumnos-inmigrantes-dramatizan-re…

Te espero

Todo el mundo sabe que soy negra por dentro. 
Sólo tú, sabes también que lo soy por fuera. 
Así me tienes, embelesada, con cada palabra que sale de tu boca. 
Bebo de tus conocimientos, aspirando a aprehenderte. 
Hasta mañana, maestra.

Sacrificar una hora de mi vida en tu presencia. 

Compartirla con seres que nos completan. 

Abandonarnos en nuestros intereses. 

Y seguir amándonos. 

Esto no lo supera, ni la primavera.

Estoy pensando con qué nueva receta te podré sorprender. 
Y todas las que se me ocurren nos transportan a oriente. 
Pero en el fondo de los fogones es África. 
Que me está esperando, como yo a ti, sin prisa.

Yo tu musa, tú mi inspiración.

Con esa fuerza extraordinaria

regresas de nuevo a ti, 

sin otra posibilidad que el avance hacia la luz,

después de una noche oscura.

De nuevo te anuncias como la lluvia que no llega. 
Con el agua y la luz formaremos algo parecido a una red. 
Y los pescaremos, a él y a ella, a ti y a mi. 
Y estaremos juntos de nuevo. Otra breve eternidad.

Hoy, ha tenido lugar una sala llena de niños. 

Ahí están, alegres, llenos de color, distintos, 

Todos sentados en el suelo y atentos. 

Yo les he contado historias, que es todo lo que se hacer. 

Ahí estabas tú, otra niña. El pozo de los deseos.

Teatro

Vamos a montar la función, nos hemos liado la manta a la cabeza

Desiertos

Eso es lo malo de las ilusiones y las expectativas unilaterales,

Ya me lo dijo un amor hace miles de millones de años.

La culpa es de uno cuando no enamora  y no de las circunstancias

El interés es lo que tiene, que es personal e intransferible.

Después de leer tanto, dormir tanto, comer tanto y pensar tanto

Solo encuentro frente a mí un desierto, yo, que aspiraba a los oasis

Aún así no me rindo, no creas que eres tan importante ahora

Ya lo fuiste, ya pasó, ahora todo es de un rojo sangre que coagula

Que late y vive, pero va secándose cada día que pasa solo

Y no hay alternativa, solo planes a corto plazo que nada tienen

Que ver contigo, ni conmigo, o tal vez solo contigo, porque yo…

Sólo espero que pase este tiempo, que llegue el verano y regresar.

A vueltas con la luna

Otra vez te espero, de nuevo te encuentro y vuelves a huir.

Como el amor, ese que espero regrese algún día a mi lado

Que de nuevo lo encuentre dispuesto, sonriendo y soñando

Pero que se quede, aunque sólo sea una de estas vidas.

¡Cómo ardes como un Sol justo al amanecer, en guerra!

¡Cómo aguantas justo el tiempo de guiñar un ojo para dar

los buenos días, en este poco invierno que nos resta!

¡Cómo me gusta encontrarte por sorpresa y perseguirte!

Eres imposible y por eso me hipnotizas, sin saber.

Me hablas en un idioma que entiendo a fuerza de años.

Pero te miro siempre como si fuera la primera vez.

Y siempre, siempre, ando echándote de menos, como al amor.

Para Clitia

La primera fiesta la quiero hacer con los niños. 

Música, baile, juegos, confetis, serpentinas y golosinas. 

Dormiremos juntos y desayunaremos en la cama, con el pijama puesto y las ventanas abiertas. 

La segunda fiesta será para adultos y no cambiará nada. 

Estamos obligados a comportarnos como niños.

Pronto vamos a encontrarnos de nuevo, en ese lugar de nuestra juventud. 

Con más experiencia y algunos años a nuestras espaldas,

 pero más alegres que otras veces. 

Allí abriremos algunas puertas, haremos teatro, nos abrazaremos de nuevo. 

Y al finalizar nuestra estancia, regresaremos con ese alimento para nuestro espíritu, 

que nos permitirá soportar la espera, hasta un nuevo encuentro.

Buenos días, princesita. 

En este último domingo separadas, estoy saliendo ya de la crisálida. 

Para volar a ti, mi margarita, que paciente y nostálgica esperas mi llegada. 

Porque sabes que juntas, vamos a polinizar todas las flores de la capital.

Así te escapas, como arena entre las manos.

Miro como te deslizas, imposible retenerte.

Juegas, vienes a visitarme en sueños ,

me prometes unos días y de repente...

Me despierto y tú no estás y la niebla baja

y yo sigo esperando, impaciente, nuestro encuentro.

Desde aquí 
Ya te veo. 
Me resta solo
Olerte, respirarte.

Quedamos para despedir el invierno 
Y lo hemos conseguido, aunque vuelva
mañana con un gélido viento. 
Aquí estaremos para enfrentarlo juntas
Como la vida misma. Hasta pronto 1830.

Cenizas

Empezamos cerrando los ojos para 

no oír nuestras propias mentiras.

Continuamos cerrando la boca 

al ver que nuestras palabras arden.

Son fuego durante algunos segundos, 

pero caen al suelo convertidas en cenizas.

Finalmente tapamos nuestros oídos para

no ver la cuchilla que separa con precisión

lo correcto de lo incorrecto.

Y nos queda el tacto que plantea otras dudas,

otras texturas, otras insatisfacciones.

Así que todo duele a quemado,

en un final donde conocemos muy poco

de los que tenemos más cerca.

Dame cuerda

He sido fuerte durante demasiado tiempo y

me pregunto si tendré derecho a la debilidad,

si la podré afrontar, si pasará del todo, algún día.

He cumplido expectativas durante tantos años

que ahora me pregunto ¿qué quiero yo? y resulta

que eso, ni siquiera está al alcance de mi mano.

He tenido tanto amor en mi vida contigo que

desde que estoy sola, temo que jamás volverás,

ni tú, ni el amor que sé te llevaste por derecho.

He tomado tantas decisiones como adulto que

parece que jamás he sido un niño y por hoy

me gustaría desentenderme de todo y que me cuidaras.

Radar

Sé que no entro en tu campo de visión de un tiempo a esta parte.

Aún así, he comprado un reloj, para ver las horas que sigo esperándote.

Ya lleva días frente a mi lugar preferido de lo que considero mi hogar,

y no me canso de mirar un segundero que me hipnotiza cada movimiento.

Es un tic tac lleno de contenidos y no todos tienen que ver conmigo,

ni contigo, ni siquiera con nosotros, y no sólo con el hoy o el mañana.

Es muchísimo más y mucho menos, es todo y nada en el instante en el 

que tú, sin querer, vuelves a aparecer en mi vida y en el que yo,

sin querer, permito que estés, que comprendas mis contradicciones,

que me contamines con todas tus propuestas y que me envenenes.

Estoy contaminada de ti para toda la eternidad por el hechizo

de esa bruja que lo estropeó todo deshaciendo el encanto y que

a la vez, nos mostró nuestras verdades, esas que entonces repudiamos

y a las que hoy veneramos, sabiendo que no somos otros, sino

más nosotros que en ningún momento de nuestras vidas. 

Migraciones

Todos tenemos sueños, soñamos universalmente.

A veces los sueños están al lado de casa, pero otras

volamos hacia lugares desconocidos para dar un paso más.

Ahí es donde todos somos hermanos en este mundo.

En muchos casos lo conseguimos, en otros nos morimos.

Cada segundo avanzamos hacia el final de lo vivido, 

pero unos con más fortuna que otros, y en cada uno

de los acontecimientos, sería muy fácil abrir los brazos.

Y se nos olvida que estamos al servicio de la vida

y que la vida está al servicio de la muerte.

Elijo

De entre todas las estaciones del año elijo el invierno y el frío.

Y de entre todas las aves, te elijo a ti, cigüeña, que regresas 

cada año con el frío, con la nieve y organizas tu futuro en un 

nido que durará, sólo, lo que tarden tus crías en aprender a volar.

De entre todas las horas del día, elijo la que anuncia la noche

que me empuja a acelerar el ritmo, por miedo a que concluya

y no haya terminado la cantidad de asuntos pendientes que 

permitan que mi sueño sea tranquilo para una nueva batalla.

De entre todas las circunstancias, elijo ésta que ahora viene,

ésta que nos acerca de un modo distinto pero conocido antes,

la que nos resulta cómoda y extraña, la que lo hace excitante.

De entre todas las esperas, elijo esperarte, sin tiempo, sin prisa.

Que son muchas las personas que estando cerca se sienten lejos

pero muy pocas las que desde lejos están siempre a nuestro lado.

Raíces

De lo más profundo de mis entrañas brotan las raíces

que una vez dejaste abandonadas en mi perdido interior.

No sabias la fuerza con la que iban a aguantar las derrotas,

no tenías idea de lo fuertes que iban a crecer con tanta luz.

Por más grandes que se hagan, por mucho que crezcan,

por más flores y frutos que surjan en ese pequeño espacio

sigue habiendo espacio de sobra para más semillas nuevas,

sin necesidad de desplazar estas, que tienen largo recorrido.

Como un corazón que late y cada latido insufla nueva vida,

cada acontecer aumenta el número de experiencias que

nos hacen ser quienes somos cada día, cada vez, cada cambio.

Y algunas veces me vienes con preguntas del tipo ¿podremos...?

¡Pues claro que Podemos! si todo está en nuestras manos,

si lo tenemos bajo nuestros pies, si no es más que nuestra historia.

La luna y la nieve

¿Por qué cambias de color en un continuo pasar de los días?
¿No sólo tu sombra, sino tu luz muta cada noche?
Hoy te has convertido en una gran bola de fuego en el cielo,
mientras el suelo está blanco de nieve caída.

Y resbala mi mirada por tu definido contorno ¡luz!
Que como una lámpara iluminas mi camino,
hasta que llego a un destino que se presenta desierto. 

El tiempo

A veces, conseguimos alargar el tiempo en el día
otras veces se nos escapa entre los dedos como el agua,
pero siempre sucede de igual manera, inevitablemente
los días y las noches se suceden en una continuidad.

Eternamente, independientemente, inexorablemente.
Pero sin necesitarnos, sin tenernos en cuenta,
cruelmente va prescindiendo de nuestra demanda
y por más que alarguemos los días, el tiempo pasa.

Así que, dándonos la importancia que nos corresponde,
se nos acabó el tiempo compartido y sólo nos queda
un tiempo amable en el que nos encontramos solos.

Ahí es donde afloran nuestros miedos, los fantasmas
de todo nuestro recorrido vital, las carencias pasadas,
los anhelos y los deseos, ahí nos hacemos grandes.

En cuerpo y alma

Ningún cuerpo encaja con el mío como lo hace tu cuerpo,

por más que experimente con otros cuerpos, siempre

anhelo la facilidad con la que nuestras piezas construían

el puzle de los sueños y las noches, de los días y las horas.  

Por más personas que aparecen y desaparecen en mi vida

con ninguna estoy dispuesta a compartir lo que compartimos

nosotros juntos. ¡Tan fácil era y a la vez tan difícil!

que resultaba excitante cada segundo, cada acción.

Ahora hay pocas cosas que me importen tanto como aquello

y se que nada volverá a ser así con otros, ni con nosotros.

En cuerpo y alma compartimos la eternidad del momento,

aprendimos que nada es para siempre si no tratamos de protegerlo.

Cuídate mucho, camina despacio y completa la distancia,

porque la tierra gira y aunque caminemos en direcciones opuestas

si la tierra es redonda puede que en algún punto nos encontremos.

Y si no es así, sólo me queda desearte, que te vaya bonito.

Sin consuelo

Que otros lo hagan no me consuela.

Pero me embriaga cada mañana encontrar el rayo verde.

Antes de que tú asomes, aprecio tu reflejo justo enfrente. 

A una velocidad de 1.666,666 kilómetros hora.

El desencanto es el doloroso desenmascaramiento de la ilusión.

Nosotros también vivimos sobre una cuenta extinguida,

esperando que la creciente irrealidad del mundo 

acabe por borrar la diferencia entre ellos y sus utopías. 

La esperanza no nace de una visión del mundo tranquilizadora

y optimista, sino de la laceración de la existencia vivida 

y padecida sin velos, que crea una irredimible necesidad de 

redención, lo que nosotros llamamos a tientas, rescate.

Pero el mundo no puede ser redimido de una vez y para siempre,

y cada generación tiene que empujar su destino, para que

éste no se le eche encima, aplastándole con otros pasados.

El futuro es presente y es igualmente responsable.

Acontecerá

¿Cómo vamos a compartir camino?

Si tú necesitas la música en tu vida

y yo adoro el silencio en la mía.

Que nos hemos cruzado infinidad de veces

y solo se rozaron nuestras manos,

nuestras sonrisas y nuestras letras.

Que me has construido jaulas de todos los colores

y materiales, aún sabiendo que vuelo por instinto

y aún no sé cual es mi lugar en el mundo.

Aunque ahora soy yo la que saca brillo a los grilletes

que voluntariamente he colocado a mis pies

hasta que reconstruya mis alas, ésta vez de fuego.

Entonces nada podrá detenernos, ni a ti, ni a mi.

Ahí está contenido todo el universo

en esa chispa que hace que todo salga ardiendo.

Cuando aprendí baille para leer tus cicatrices

Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices

quise alimentarme de sus historias y tener

la fuerza para sanarlas con mi saliva.

Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices

quise mejorar para merecer un rincón

en alguna de ellas, y alargar la primavera.

Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices

deseé que fuesen tan largas y profundas como el Danubio,

para navegar por ellas el resto de mis días.

Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices

me di cuenta que también podías emocionarme

sin cerrar los ojos.

Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices

encontré relatos de las heridas del pasado que

narraban con una pasión inteligente la vida

de ese personaje indolentemente raro.

que ya solo se dedica a buscar los accidentes

con los que componer tu historia, porque

lo que necesito es resolver la incógnita.

Y tras el amor, ya no veo, sólo te leo.

Mi estrella negra

Grandiosa y primitiva ocupas la eternidad de mi alma.

Así te anhelo, como paraíso, como gruta, como montaña.

El accidente más cruelmente maravilloso de mi vida sencilla.

Buscando la felicidad de los ogros en cada paisaje oscuro que se me cruza.

Mi estrella negra, mi sol, mi luz entre tanta tiniebla.

Mi rey mago en esta república que busca una verdadera anarquía.

Mi amor pobre, mi pobre amor, alterando cada palpitación o latido.

Apasionados sin pasión van pasando días, semanas, meses,

hasta los años que nos sorprenden fieles a las ideas que un día tuvimos

 pero que ya no son.

Regreso

Cuando ya llevaba treinta días allí

supe que nadie iría a rescatarme.

Aún así esperé cartas, postales,

señales de humo, visitas, whatsapp.

De tanto esperar, dejé de esperarte

y en ese momento apareció Él

de entre la niebla, descalzo,

un ser que llegaba de otro mundo.

Ahora cada vez que hay niebla

creo que se va a dibujar su silueta

en el fondo, de repente y sin zapatos,

mientras yo me adentro hacia ella,

en un fallido intento por desaparecer.

A veces, recuerdo la excitante imagen

de tus pies desnudos, conduciendo un coche.

En una noche de verano, soñando

con la música a la que nos acercamos. 

Entonces ya no quiero desaparecer.

Tomar las riendas

Algunas vidas, necesitan espacios distintos 

donde surtirse de experiencias diversas.

Como tú, que no haces otra cosa que inventarte

mundos, donde yo sólo invento paisajes.

Pero a 130 kilómetros por hora

no queda otra que tomar las riendas,

girar en las curvas y cruzar los puentes

que por fin nos unan en un punto medio.

Que ya está bien de luchar por imposibles

teniendo tantas posibilidades en las palmas

de nuestras secas manos que éste invierno

se empeña en agrietar más aún, todavía.

Que sobre el caballo todo se aprecia distinto,

la comunicación es única, los movimientos precisos,

las órdenes claras y la fuerza bruta para que

a ninguno de los dos se le olvide quien manda.

Que sobre una bicicleta, la alegría es inevitable,

no hay espacio para las lágrimas, a no ser,

como hoy, que el viento sea frío y el cielo 

nos mienta anunciando una buena nevada.

Y que sobre tu grupa, me llevas por senderos

desconocidos , sorprendes a mi cuerpo

que se mueve sinuosamente, lento, rápido,excitado,

nervioso y plácido hasta que siento el orgasmo.

Tenemos que hablar

Lo que más me gusta de aprender éste idioma

es que podemos hablarlo sólo nosotros.

Inventamos mundos con realidades lingüísticas

y nadie más nos entiende.

Pero lo que no puedes entender de mi

es que todos los idiomas me saben a lo mismo,

nuevos o viejos, caducos o recién nacidos

repiten lo que ya sabemos de otras veces.

Entonces una mañana, tan helada como la de hoy,

me escribes inventando palabras en esa lengua,

traduzco a tientas, entre tinieblas, aún dormida

y descubro que quieres despertarme.

Quieres jugar conmigo, comerme, matarme a besos,

hacerme cosquillas, lamer mi intimidad, que llore.

Pero lo que no se te pasa por la cabeza es mi luto

porque no tienes ni idea de quien soy en realidad.

Suicitidio

Cómo algo tan pequeño, tan tierno, tan frágil, ¡puede darte tanto!.

Y sin saberlo, siendo un terrorista de la ingenuidad,

siendo el Carpe Diem de los romanos y los contemporáneos,

 los ancianos y los vanguardistas.

Descolocando cada instante, viviendo el segundo al mismo tiempo,

desbordando sensaciones tan extremas a cada instante.

queriendo y odiando al segundo nuestra compañía,

extrañándonos con una ñ tan, tan española que resulta rara.

Y sin embargo, sintiendo que se nos va la vida.

sabiendo que esto no durará siempre,

conscientes de dónde venimos, sin saber dónde nos vamos.

Ni tú, ni yo, ni toda esa muchedumbre que nos rodea.

Pero quiero que sepas, aunque ya lo sabes,

que yo no tengo mucho tiempo, nunca lo tuve.

Que tú tienes todo el tiempo del mundo, pero no lo sabes.

Que la tierra gira sin sentido, pero consentida.

Para que sepas que ya no tengo miedo porque tú,

tú has conseguido encarnarte en el ser inmortal que inventé,

tú eres todas esa lágrimas sinceras e incongruentes,

tú, tan pequeño, tan contenido, tan compacto, tan eterno.

Inventas palabras cada día para mí, creyendo

que como me gustan tanto las letras, así podrás retenerme.

Pero sabiendo, en el fondo, que volaré a otro espacio,

que viviré eternamente, compartiendo todo contigo.

Sueños

La imagen de mi pasado se tiñe de rosa.

Es la alegría de los años compartidos

ese tono que la hace tan agradable,

ese sueño que vuelve a llevarme a ti.

Ahora que sólo somos amigos, ni siquiera 

los mejores amigos que pudimos ser, y fuimos,

ahora es cuando me alegro de todo lo que hicimos

para merecernos ser felices y lo fuimos.

Ni en sueños puedo entender cómo duró tanto

y ahora que somos más nosotros que nunca

es cuando más separados estamos, para poder ser

todo aquello que un día quisimos, sin saberlo.

Lo vamos a lograr el domingo pasado

lo tuvimos el mes que viene ¿te acuerdas?

y ya no va a abandonarnos nunca, ni a nosotros,

ni a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de vivirlo.

VOLANDO

Ya no me interesas.

Que te he propuesto fórmulas para parar el tiempo

y las has rechazado todas.

No me haces un favor cuando me hablas,

más bien tenemos que hacer un esfuerzo

y que así no funciona, amor.

La imagen que tienes de mi

no se corresponde ni con el reflejo

de mi sombra en un espejo.

Dices que no hay que pedir nada

y yo creo que hay que pedirlo todo

Si no, ¿qué esperas de la vida?

No, no te preocupes, sé que no esperas nada

sé que crees que todo te será dado porque sí,

sé que crees y crees y crees, como tantos otros.

Yo lo espero todo, aspiro a todo y por eso pido

aunque no me sea dado, aunque muera en el intento,

aunque esta intensidad me lleve, VOLANDO.

No te necesito, te quiero.

En cada hombre coloco atributos que no posee

por ese simple placer de la inconveniencia

pero poco a poco, solitos, sin ayuda de nadie

van despojándose de todos y cada uno de ellos.

Primero creo que son divertidos

hasta que cuentan un chiste y no le veo la gracia,

creo que son sensibles y cariñosos

hasta que su propio egoísmo les revela .

También les coloco la inteligencia en forma de sombrero

pero el mínimo soplo de aire fresco se lo lleva volando,

a estas alturas les queda algo más, la palabra, la letra, la voz,

entonces les pido suspiros, poemas, cuentos, relatos, historias.

Ahí es cuando salen corriendo, con una mueca en la boca,

quitándome la importancia que les doy y que no quieren,

ahí es cuando te extraño a ti y a tus bromas, a tus manos,

a tus profundas palabras, a las cartas que me escribes.

Ahí es cuando me veo fuerte en tus ojos y tu vida,

en los besos que nunca nos dimos y las caricias que nos negamos.

Que hasta durmiendo juntos hemos construido mundos.

Y que tu mundo y el mio, son completamente diferentes.

Vete

Tiene que contener tu nombre la letra "S"

para que sepas de mi Soledad

Y el mío ya tiene la "N"

que es la Nada que cada día nos acompaña.

Cambiamos los muebles de sitio

y ya pensamos que hemos cambiado de casa.

Nos duchamos cada mañana

y así creemos que estamos limpios de pecado.

Pero los dos sabemos, que

por más cerca que estés.

por más veces que me llames,

por más que me sigas 

Huyo, con una "H" tan muda,

tan rápida, tan inspirada y tan silenciosa

que es imposible que me atrapes.