Tomar las riendas

Algunas vidas, necesitan espacios distintos 

donde surtirse de experiencias diversas.

Como tú, que no haces otra cosa que inventarte

mundos, donde yo sólo invento paisajes.

Pero a 130 kilómetros por hora

no queda otra que tomar las riendas,

girar en las curvas y cruzar los puentes

que por fin nos unan en un punto medio.

Que ya está bien de luchar por imposibles

teniendo tantas posibilidades en las palmas

de nuestras secas manos que éste invierno

se empeña en agrietar más aún, todavía.

Que sobre el caballo todo se aprecia distinto,

la comunicación es única, los movimientos precisos,

las órdenes claras y la fuerza bruta para que

a ninguno de los dos se le olvide quien manda.

Que sobre una bicicleta, la alegría es inevitable,

no hay espacio para las lágrimas, a no ser,

como hoy, que el viento sea frío y el cielo 

nos mienta anunciando una buena nevada.

Y que sobre tu grupa, me llevas por senderos

desconocidos , sorprendes a mi cuerpo

que se mueve sinuosamente, lento, rápido,excitado,

nervioso y plácido hasta que siento el orgasmo.