domingo, 30 de diciembre de 2012

(R)ecuerdos



¿Cómo has pasado las navidades bien o en familia?
Recuerdo que las navidades en casa eran la fiesta más importante para todos, los que estaban viviendo fuera, regresaban a casa para estar con los suyos, casi siempre había un día en que nevaba y además, entre fiesta y fiesta, aquí en alcázar de san Juan, son los carnavales.
Recuerdo que vivíamos con la abuela y en las cenas de noche buena y noche vieja, no se cuestionaba otra cosa que el menú, todos acudíamos a su casa y nos disponíamos alrededor de una mesa dejando en cada casa las opiniones desfavorables…o igual es que era pequeñita y no me enteraba de según qué cosas que ahora como adulta entiendo, aunque no comparta.
Recuerdo una noche vieja que cenamos en el patio, estábamos todos, familiares y agregados; mi hermano acababa de regresar del servicio militar, de Melilla, y trajo Hachis, así que tras la cena, mi hermano, Toni y mi padre se liaron unos cigarritos y mi abuela comentó, que sin saber lo que era, ella no quería drogas en su casa, a lo que todos respondieron “abuelita, si esto no son drogas” y seguimos con la fiesta. Toni no paró de hablar…y de beber agua, mi padre no paró de cantar, Antonio no paró de bailar y el resto no paramos de reir. Aún recordamos todos ésa noche vieja, como una de las mejores, pero también como la última en la que todo salía según lo previsto.
Cuando la abuela murió, comenzó la discordia, ahora no estaba muy claro dónde cenábamos esa noche, si en casa del tío, en casa de la tía o en nuestra casa…y ahí estamos. Hasta entonces la navidad la pasábamos bien, ahora la pasamos en familia y este año, para más inri, somos solo la familia nuclear.
Recuerdo cuando los primos, bueno, en realidad las primas, decidimos quitar a nuestras madres de cargos y compromisos y preparar nosotros la Nochevieja, recuerdo las reuniones previas para elaborar el menú, el día de cocinar que nos pegábamos, el preparar las supermesas, porque somos 18 a cenar y que cuando llegábamos todos arreglados para asistir a la fiesta, siempre,  siempre había algo que fallaba, o alguien con mala cara o alguien que no quería estar allí.
Ahora nos quedan las reuniones para preparar la noche vieja, el ver como sentamos a la gente que no se soporta para que no resulte tan violento, las comidas y cenas que disfrutamos con la excusa de preparar esa noche y también este año, las reuniones más informales para plantear nuestras diferencias en esta decisión que han tomado nuestras madres sin contar con nosotros.
Esta será la primera noche vieja que cenemos solos en casa y puede que la última que cenemos en familia, igual el año que viene la pasamos en Estambul y la pasamos bien y no en familia.

viernes, 28 de diciembre de 2012

(Q)uerencias


Porque no es lo mismo querer que amar, porque solo el verbo indica cosas distintas en cada caso, porque querer es posesivo y amar es activo, generoso, abierto e innato, nos es lo mismo.
Normalmente pronunciamos “te quiero” y es algo que decidimos nosotros, a quien se lo decimos, con que tono, en qué circunstancias, y siempre esperamos algo de la persona a quien van dirigidas esas palabras.
Sin embargo, “el amor” es otra cosa, es un sentimiento, va dirigido al mundo y viene de más allá del mundo, no necesitamos palabras para expresar ese sentimiento y no podemos evitar sentir el amor, el que damos y el que recibimos.
Es verdad que algunas veces el amor se enquista, porque lo forzamos, porque lo confundimos, porque queremos poseer por largo tiempo ese sentimiento y acaba por poseernos a nosotros y entonces ya nada es lo que esperábamos, queremos más, le dotamos de una responsabilidad que lo va sujetando a lo personal y cotidiano y entonces se vuelve feo, porque le cambiamos el sentido, nos obligamos a querer amar o a que quieran amarnos y entonces…nos perdemos en nosotros, comenzamos a meternos en un jardín que han diseñado otros, con sus expectativas, con sus esperanzas, con sus famas y ahí comienza el principio del fin.
Amor propio, amar al semejante y al diferente, amar la naturaleza, amar lo que hacemos, amar la vida es en definitiva lo que todos deseamos.
Desear, otro verbo posesivo que viene de las entrañas, que no podemos controlar y que mueve los cimientos de nuestros pilares y consigue que confundamos nuestras más profundas inquietudes, esas que nos acompañan sin saberlo, esas que hacen que seamos lo que somos, esas que nos definen y nos identifican.
Sí, ya se, vuelvo a los orígenes, a la dispersión, a querer decir tanto que me faltan las palabras, pero es que esa soy yo, una pildorilla inquieta, ambiciosa y dispersa, y como dice mi hermano…”quien mucho abarca, poco aprieta” por eso necesito amar, para no amarrar, así que no necesito apretar mucho, no necesito explicaciones de fuera, tengo que encontrar las de dentro, las que no elegimos nosotros porque nos vienen de serie.
Pues eso: Querencias.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

(P)érdidas



Lo primero que aconteció al llegar al pueblo, acompañada de mis amigas fue asistir al cumpleaños de uno de los ausentes. Ismael no se ha ido, no se ha muerto del todo, porque su hermana se va a encargar de ello. Todos sus amigos, algunos de ellos músicos, prepararon el concierto en “El suburbia”, un local nuevo en el que parecía que estábamos en otra ciudad, en una más grande, rodeadas de conocidos que parecían desconocidos por el tiempo que hemos estado sin vernos y también nuevas caras de gente más joven, que está llena de inquietudes, como Oli, una joven Undergroun que no paró de hacer fotos con una réflex instantánea y que inmortalizó el momento…todo para subirlo a la página del Isma, porque no nos creemos nadie que no lo vamos a volver a ver.
Así que salimos de allí llenos de regalos, llenos de abrazos, llenos de sonrisas, en una fiesta donde nos encontramos los vivos y los muertos, los muertos vivientes y los que viven a muerte cada uno de los días. Porque de eso se trata al final del todo, de vivir cada día, de las ganas que le pongas, de la vida de hoy…y yo, que regresé perdida, odiosa, mentirosa y enfadada conmigo misma y por extensión con el mundo, ahora no se me ocurren motivos para estar triste.
 Todos los días voy con “mi camella” al parque y allí corro durante media hora, solo llevo aquí una semana y ya coincido con una chica para correr, al principio solo nos sonreíamos, luego nos saludábamos y hemos hablado hoy para salir juntas cada día…Va a llevar razón Antonio, no he nacido para estar sola, ni queriendo .
Además he vuelto a salir de marcha…la primera duró dos días y es que ya lo dicen nuestros padres, cuando nos juntamos Bea y yo no vemos el momento de irnos a casa, y menos en esta ocasión donde teníamos tanto que contarnos, tanto que compartir, tanto silencio que compensar. Nos hemos hecho mayores, afortunadamente, y fuertes, porque nos han pasado cosas, porque nos hemos expuesto a la vida y nos ha herido y nos estamos curando. Pero es reconfortante encontrarte de nuevo rodeada por esa familia que has elegido con el tiempo y ver que permanece la esencia, que nos miramos y nos reconocemos sin necesidad de palabras.
He preparado comidas, cenas e incluso algún desayuno en mi nueva residencia y lo mejor es que también he comido cenado y desayunado fuera de casa en más de una ocasión; de nuevo hoy estoy invitada a tomar un aperitivo que intuyo se convertirá en comida y terminaré con mis amigas para preparar la cena de disfraces y el entierro de la sardina.
Entre tanto, ya tengo el carnet de la biblioteca, me he apuntado a teatro para el cuatrimestre que viene, he comenzado a leer documentos para ponerme al día con la tesis, he contactado con los chicos del 15M de aquí y he restaurado una bicicleta de los años 50. Creo que me estoy encontrando.
Las peores pérdidas no son las de los que mueren, sino las de los que viven y es como si hubieran muerto. Pero como a mí me gustan las palabras y la literatura es mi medicina en todos los momentos duros de mi vida, seguiré lanzando botellas al mar, por si llegan a esas islas donde mis queridos desaparecidos han decidido acampar…no se sabe por cuánto tiempo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

(Ø) o los ratones en Mercurio



Algunas veces quedarse es otra forma de no estar, ahora lo que toca es respirar, para poder seguir adelante, para encontrar los colores y olores que Friederich recopila para cuando llegue el invierno.
Y el invierno ha llegado.
Así que aquí tengo que mencionar a otros ratones a parte de Frederich que es nuestro ratón preferido; los que están en Mercurio. ¿Cómo un planeta que se encuentra tan cerca del sol puede ser tan frío? Y ¿cómo es posible que los ratones coloraos, los ratoncitos comunes y las musarañas hayan invadido ese planeta y no paren de hacerle cosquillas? ¡Con lo peligroso que es Mercurio! Pues sí, Olé por esos ratones, ojalá le hagan tantas cosquillas que no pueda parar de reír y llorar de alegría.
Encontramos algunos tesoros en nuestro camino; alguien pudiera pensar que los ratones no lo son, pero las musarañas, como el colibrí, viven tan poco porque viven intensamente, no paran de inspeccionar un espacio pequeñito como si fuese toda una constelación y buscan sin parar el alimento que necesitan para seguir con esa actividad.
Los ratoncitos comunes a veces se convierten en conductores de carruaje para que la princesa llegue al baile del castillo, aunque con la condición de regresar antes de la media noche; y aquí y allá, algunos otros reparan el calzado del viejo zapatero durante toda la noche, para que cuando llegue el día pueda recuperar algo de lo invertido en todos los parches que ha puesto en su vida. Y algunos otros que viven en librerías y se alimentan de conocimientos como Firmín, que finalmente fue tachado de bicho raro y milagrosamente salvado de la muerte, consiguió hacerse amigo del librero.
Y luego están los ratones coloraos, que son listísimos, obligados a buscarse la vida en las condiciones más espantosas, inteligencias excepcionales que se ríen hasta cuando están durmiendo, que no se toman nada en serio o todo les afecta hasta el remiedo al extremo.
Así que algunos viven intensamente, otros inventan un mundo mejor y los últimos viven más para fuera que para dentro; pero entre todos, van a hacerle tantas cosquillas a Mercurio, que lo harán menos peligroso, menos destructivo y más benevolente.
Y el invierno ha llegado.
Ha llegado hace tan solo dos días, acompañado de un fin del mundo tal y como lo  conocíamos y del nacimiento de este nuevo mundo, que puede ser como nosotros queramos. No es tan frío como otros años, pero hoy hay niebla y parece que la atmósfera húmeda transforma los pensamientos tras varios días sin dormir, recuperando algún tiempo, disfrutando de los homenajes de vivos y muertos y bailando hasta la saciedad una música del infierno acompañada de gigantes estatuas de ébano; todo ello bañado en tanto vino que ya no estoy muy segura de según qué cosas.
Por eso llevo en mi cartera una tortuga que me recuerda que no hay que tener prisa por que sucedan las cosas, una mariposa accidentada, pero que está a punto de recuperarse y echar a volar y una lima…porque nunca se sabe.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Pablo (N)eruda


La estudiante

Oh tú, más dulce, más interminable
que la dulzura, carnal enamorada
entre las sombras: de otros días
surges llenando de pesado polen
tu copa, en la delicia.
 Desde la noche llena
de ultrajes, noche como el vino
desbocado, noche de oxidada púrpura
a ti caí como una torre herida,
y entre las pobres sábanas tu estrella
palpitó contra mí quemando el cielo.
Oh redes del jazmín, oh fuego físico
alimentado en esta nueva sombra,
tinieblas que tocamos apretando
la cintura central, golpeando el tiempo
con sanguinarias ráfagas de espigas.
Amor sin nada más, en el vacío
de una burbuja, amor con calles muertas,
amor, cuando murió toda la vida
y nos dejó encendiendo los rincones.
Mordí mujer, me hundí desvaneciéndome
desde mi fuerza, atesoré racimos,
y salí a caminar de beso en beso,
atado a las caricias, amarrado
a esta gruta de fría cabellera,
a estas piernas por labios recorridas:
hambriento entre los labios de la tierra,
devorando con labios devorados.

Ésta es para ti, Belén. Porque te recuerdo siempre.

viernes, 7 de diciembre de 2012

José (M)artí


Bueno, ésta te la debía, sin que ninguno de los dos supiéramos a dónde nos dirigíamos, nos unió el cruce de caminos, ahora todo es lo que haría, lo que haré, lo que hago, dónde voy, de dónde vengo, y quizá no es nada tarde para preguntarnos sobre lo importante de la vida. ¿Cuándo es el momento? Ahora.

Árbol de mi alma

Como un ave que cruza el aire claro
Siento hacia mí venir tu pensamiento
Y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
Como los labios frescos de un mancebo
En su primer abrazo a una hermosura;
Cuchichean las hojas: tal parecen
Lenguaraces obreras y envidiosas,
A la doncella de la casa rica
En preparar el tálamo ocupadas:
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
Todo lo triste cabe en él, y todo
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
Ramas lo limpio: bruño con cuidado
Cada hoja, y los tallos: de las flores
Los gusanos y el pétalo comido
Separo: oreo el césped en contorno
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha,
¡Apresto el corazón enajenado!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Jesus (L)izano

Va a hacer once años que conocí a Lizanote de la Mancha, pero es ahora cuando lo retomo, investigo y recuerdo; descubro más cosas e insiste en que lo de menos es la persona, lo importante es la obra. Así que revisando su obra hay tres o cuatro poemas que me gustaría compartir, pero vamos a dejarlo en uno.
Este es el primero en el que pensé, no obstante, apunto aquí los títulos, por si a alguien le interesa indagar un poco más.
La historia de Lizano no la conozco, pero sí su evolución poética...de Jesús Lizano, pasó a Lizanote de la Mancha, pero un día pensó que si él no era de la Mancha, no tenia mucho sentido éste nombre y como había tardado años en descubrir tierra y cuando la conquistó la llamó Acracia, se puso el ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia...que viene a ser lo mismo.

MAMÍFEROS


Mamíferos con nombres extrañísimos. 
Han olvidado que son mamíferos 
y se creen obispos, fontaneros, 
lecheros, diputados. ¿Diputados? 
Yo veo mamíferos. 
Policías, médicos, conserjes, 
profesores, sastres, cantoautores. 
¿Cantoautores? 
Yo veo mamíferos... 
Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores 
¡Aparejadores! 
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero! 
Miembros, sí, miembros, se creen miembros 
del comité central, del colegio oficial de médicos... 
académicos, reyes, coroneles. 
Yo veo mamíferos. 
Actrices, putas, asistentas, secretarias, 
directoras, lesbianas, puericultoras... 
La verdad, yo veo mamíferos. 
Nadie ve mamíferos, 
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero. 
¿Seré yo el último mamífero? 
Demócratas, comunistas, ajedrecistas, 
periodistas, soldados, campesinos. 
Yo veo mamíferos. 
Marqueses, ejecutivos, socios

¿Catalanes? 
Yo veo mamíferos. 
Cristianos, musulmanes, coptos, 
inspectores, técnicos, benedictinos, 
empresarios, cajeros, cosmonautas... 
Yo veo mamíferos.

P.D. Los otros son "Caballitos", "El orden", "Las personas curvas".
P.D.2. por si alguien quiere escucharlo: http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&v=XfUDrorit-k&NR=1


jueves, 8 de noviembre de 2012

Rudyard (K)ipling

If—

If you can keep your head when all around you
Are losing theirs and blaming it on you;

If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;

If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;

If you can dream—and not make dreams your master;
If you can think—and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;

If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings—nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run

Yours is the Earth and everything that's in it,

And—which is more—you'll be a Man my son!

Si...

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.

Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.

Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de lucha bravia...

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.

martes, 30 de octubre de 2012

(J) M. Coetzee. (J)uventud


Contarse a uno mismo mentiras para justificarse es conocer la miseria intelectual de primera mano, la sofistería solo devendrá más deleznable todavía. Nada puede decirse a su favor, tampoco, para ser verdaderamente sincero, nada puede decirse a favor de que no tenga nada que decir.
En cuanto a la sinceridad despiadada, la sinceridad despiadada no es un truco difícil de aprender. Al contrario, es la cosa más fácil del mundo.
Del mismo modo que un sapo venenoso no se envenena a sí mismo, así, enseguida endurecemos la piel contra nuestra propia sinceridad.
¡Muerte a la razón, muerte al habla! lo único importante es hacer lo que debes, ya sea por la razón correcta, por la equivocada o por ninguna.

sábado, 27 de octubre de 2012

Ramón del Valle (I)nclán



Novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista, Ramón del Valle Inclán publica en 1919 La pipa de kif, obra poética que presenta temas suburbiales y tabernarios con un enfoque cercano al esperpento. A partir de 1920 la obra de Valle se centrará en la denuncia de un mundo dominado por lo deforme y lo absurdo.Aquí tenemos otro poema de un autor que revolucionó la literatura española utilizando elementos cotidianos que hoy aún se repiten.
LA PIPA DE KIF
Mis sentidos tornan a ser infantiles,
tiene el mundo una gracia matinal,
mis sentidos como gayos tamboriles
cantan en la entraña del azul cristal.
Con rítmicos saltos plenos de alegría,
cabalga en el humo de mi pipa Puk,
su risa en la entraña délfica del día
mueve el ritmo órfico amado de Gluk.
Alumbran mi copta conciencia hipostática
las míticas luces de un indo avatar,
que muda mi vieja sonrisa socrática
en la risa joven del Numen Solar.
Divino penacho de la frente triste,
en mi pipa el humo da su grito azul,
mi sangre gozosa claridad asiste
si quemo la Verde Yerba de Estambul.
Voluta de humo, vágula cimera,
tú eres en mi frente la última ilusión
de aquella riente, niña Primavera
que movió la rosa de mi corazón.
Niña Primavera, dueña de los linos
celestes, Princesa Corazón de Abril,
peregrina siempre sobre mis caminos
mundanos. Tú eres mi «spirto gentil».
¡Y jamás le nieguen tus cabellos de oro
jarcias a mi barca, toda de cristal,
la barca fragante que guarda el tesoro
de aromas y gemas de un cuento oriental!
El ritmo del orbe en mi ritmo asumo,
cuando por ti quemo la Pipa de Kif,
y llegas mecida en la onda del humo
azul, que te evoca como un «leit-motif».
Tu luz es la esencia del canto que invoca
la Aurora vestida de rosado tul,
el divino canto que no tiene boca
y el amor provoca con su voz azul.
¡Encendida rosa! ¡Encendido toro!
¡Encendidos números que rimó Platón!
¡Encendidas normas por donde va el coro
del mundo: está el mundo en mi corazón!
Si tú me abandonas, gracia del hachic,
me embozo en la capa y apago la luz.
Ya puede tentarme la Reina del Chic:
no dejo la capa y le hago la cruz.

sábado, 20 de octubre de 2012

Vicente (H)uidobro


PREFACIO

     Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
     Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
     Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche.
     Amo la noche, sombrero de todos los días.
     La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
     Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
     Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
     Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.
     Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.
     El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.
     Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
     Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora incontestable.
     Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
     Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso, como un ombligo.
     «Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
     »Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
     »Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero indiscutible.
     »Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
     »Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
     »Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca, para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
     »Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»
     Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto.
     Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
     Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.
     Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de mi tablero:
     «Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
     »Se debe escribir en una lengua que no sea materna. 
     »Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte. 
     »Un poema es una cosa que será.
     »Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
     »Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser. 
     »Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
     »Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco.» 
     Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
     Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
     Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice: 
     »Mira mis manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?
     »Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
     »Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
     »Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
     »Digo siempre adiós, y me quedo.
     »Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.
     »Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
     »Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
     »Ámame.»
     Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
     Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
     Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
     Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
     Ah, qué hermoso..., qué hermoso.
     Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.
     Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
     Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
     De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
     Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
     La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
     Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados. 
     Aquél que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos activos.
     Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
     Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.
     Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
     Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
     El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
     Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
     Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una noche de trabajo continuo.
     El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
     Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
     Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
     Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
     Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
     Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
     La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
     Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
     Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
     Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
     Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
     ¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
     Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
     Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
     Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
     Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
     ¿Qué esperas?
     Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
     Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Contra Jaime (G)il de Biedma (en su propia voz)

CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!




No publicó mucho, ocupado en vivir y trabajar, debatido entre su esencia y su presencia, entregado a un padre que esperaba algo distinto de él, no más, no menos, simplemente distinto. Pero cada poema es crítico, sincero y autoritario.
El determinismo de una sociedad incapaz de cambiar su historia y el conformismo y desencanto que impregna el mundo intelectual de izquierdas después de la transición a la democracia le abocaron a la desesperación. Fracasaron sus esfuerzos por sobrevivir a la apatía del conformismo burgués del que no conseguía escapar. Esto le condujo a abandonar prácticamente su producción literaria hasta su muerte por sida en enero de 1990, al lado de su último compañero, el actor Josep Madern.
He elegido éste poema, llevada por ser una piedra que lanza sobre su propio tejado. ¿A quién no le cuesta aguantar su yo? ¿A quién no le cuesta reconocerse en uno? ¿Quién no se cansa de aguantar los formalismos que nosotros mismos nos autoimponemos?.
Pues quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

martes, 16 de octubre de 2012

José María (F)onollosa

LA ESPERA

He venido a buscarte.
Sé que estás por el aire moldeado
la forma de tu ser tan inconcreto,
naciendo para el símbolo, la rosa,
para el mástil y proa entre la niebla,
naciendo para mí, pero tú ignoras
que yo te estoy creando con mis sienes
en el cuerpo y el alma que posees.
Quizás esté reciente todavía 
tu voz que despertó a la madrugada
como una alondra, blanca de sonido,
o el jazmín de la noche por el cielo
sabe ya del fulgor de tu mirada.
Acaso no te he visto porque estaban 
mis ojos inventando tu sonrisa.
Pero tú estás aquí, tan inminente
acaso, como muerte que mira, 
tan cierta como vela que palpita
al ir a besar labios de horizontes,
tan bella como un río que se peina
sus cabellos de lirios en la orilla.

Cuando llegues vendrás por el camino
de tu joven desvelo de miradas,
por una adolescencia de tus labios
aprendiendo en mis besos tu pasado.
Y se que sentiré tu hondo mensaje,
leído por mi piel y sangre toda,
cuando tu mano escriba entre la mía
el inefable instante del hallazgo.
Mas esperaré ya tanto por el cielo
la nube mensajera de tu carne,
que cayeron los días sucesivos
como frutos maduros ya de insomnio.
Y aún oigo tu voz,
palabras que como agua me recorran
trayéndote consigo.
Tu voz que ascenderá
a la cumbre del imposible olvido
cuando me digas "Ven".
Y aún no puedo verte, 
hallarme todo nuevo allí en tus ojos
cuando me mires, sí, cuando me mires.
Por eso, porque muero sin tenerte 
un poco cada día, como lluvia
sin manos donde pueda ya acogerse,
he venido a buscarte.

Éste poema extraído de "La sombra de tu luz" es solo un preludio de lo que vendrá después; pero he querido que el poema sea de su primer libro porque en estos casos, donde el poeta es joven, aún no está asentado en ninguna corriente, tiene un estilo personal y además se arriesga, investiga y no tiene más miedo que a sus propias críticas, podemos intuir lo que vendrá después.

¿Poeta del suburbio? , ¿poeta olvidado?, ¿poeta menor?, lo que está claro es que él decidió seguir su propio camino y criticó en su novela en verso "Poetas en la noche" lo endogámico de la poesía, los círculos cerrados, los circuitos subvencionados, y que se publique poesía que solo leerán los propios poetas.

Llevo un tiempo leyendo poesía, por éste y por otros motivos y lo cierto es que me encuentro con ventanas al alma en cada una de ellas, con aforismos, con retazos filosóficos, con historias, y con verdades, porque la poesía desnuda el alma, de quien la escribe y de quien la lee, se repiten temas que son universales y además humanos, demasiado humanos...


lunes, 15 de octubre de 2012

(E)zra Pound


HABLA: Bertran de Born. 
Dante Aligheri puso a este hombre en el infierno porque siempre estaba buscando pelea. 
Eccovi! Juzgad vosotros: ¿Lo he sacado de la tumba? 
La escena ocurre en su castillo, Altaforte.
 "Papiols" es su juglar. 
"El Leopardo" es el emblema de Ricardo Corazón de León.

I
¡Maldición! Todo este sur apesta a paz.
¡Perro hijo de puta, Papiols, ven! ¡Que haya música!
Tan solo vivo cuando chocan las espadas.
Pero ¡ah!, cuando veo enfrentarse a los estandartes de
oro, púrpura y marta cebellina,
y a los anchos campos volverse carmesíes debajo de ellos,
entonces aúllo hasta que mi corazón casi enloquece de regocijo.

II
En el cálido verano tengo gran regocijo
cuando las tempestades matan la paz hedionda de la
tierra
y los relámpagos del cielo negro resplandecen carmesíes,
y los truenos feroces me rugen su tonada
y los vientos chillan entre las nubes enloquecidas,
enfrentados,
y por todos los cielos hendidos chocan las espadas de
Dios.

III
¡Quiera el infierno que pronto oigamos chocar de nuevo
las espadas!
¡Y el relincho frenético de los destreros regodeándose
en la batalla,
enfrentando entre sí sus petos erizados de púas!
¡Más vale una hora de combate que un año de paz
con comidas grasientas, alcahuetas, vino y delicada
música
¡Bah! ¡No hay vino como la sangre carmesí!

IV
Me encanta ver salir el sol carmesí como la sangre.
Y contemplo cómo sus lanzas chocan con la oscuridad
y me llena el corazón de regocijo
y la boca se me llena de música disoluta
cuando así lo veo burlarse y desafiar la paz,
su voluntad solitaria enfrentada a toda la oscuridad.

V
El hombre que teme la guerra y se atrinchera
oponiéndose
a mis palabras en pro de la batalla, ese no tiene sangre
carmesí,
sino que solamente sirve para pudrirse en la paz
mujeril, lejos de donde se gana el honor y las espadas chocan.
Por la muerte de esas furcias yo siento gran alegría;
oh, sí, y el aire lo lleno con mi música.

VI
¡Papiols, Papiols! ¡Que haya música!
No hay otro ruido como espadas contra espadas,
no hay grito como el regocijo de la batalla
cuando nuestros codos y espadas gotean carmesí
y nuestras embestidas chocan con la carga del
«Leopardo».
¡Que Dios maldiga por siempre a los que piden «Paz»!

VII
¡Y que la música de las espadas las vuelva carmesíes!
¡Quiera el infierno que oigamos nuevamente chocar las
espadas!
¡Que el infierno tiña de negro por siempre el mero
pensamiento «Paz»!

El tema básico de esta sestina es el de la guerra,la lucha,el momento pletórico de desenvainar las espadas y de manera guerrera combatir por el simple placer del combate,por la satisfacción del desafío y la valentía,se refleja un paisaje donde el hombre sobrevive durante unos instantes a golpe de metal y donde los festines cobran un matiz que auguran una nueva lucha,un nuevo campo de batalla,una voz que guía al guerrero como un elixir que recorre sus venas deseando que por ellas corra la sangre de la destrucción,donde el miedo solo tiene cabida para empujarnos a renegar de todo eso en lo que algunos depositan sus esperanzas como es la paz,es una autentica apología de la guerra de un personaje metido en una coraza que ruge como una tormenta de chispas de acero doradas por un sol veraniego ensangrentado.

Y es que este viejo trovador,guerrero y sembrador de discordias disfrutaba de las delicias de un buen baño de sangre y sudor y a lo largo de su vida no dejó de demostrarlo creando el conflicto allí donde pasaba,encontrando o buscando enemigos,desafiando a los mas temerarios,dejando entrever que también había momentos para las elegías y los cantos arrebatadores de una belleza singular,que el enemigo si mostraba su valentía podía convertirse en aliado y que un canto de guerra siempre sacudía su mirada con el deseo de encontrar un nuevo reto.

La sestina de Altaforte es un canto a la guerra,tal vez influenciado por la literatura que Ezra Pound solía leer y a la cual aspiraba imitar,escritores como Homero y Dante o sabios como Confucio dotaron al poeta de la necesidad de crear otra divina comedia,una nueva mitología enraizada en la literatura medieval, también era seguidor de la literatura del siglo diecinueve, centrando su interés en corrientes ocultistas y en la mística neorromántica.

Fue un exaltado defensor de la lucha y que vivió en un siglo donde se sucedieron dos guerras mundiales que convulsionaron Europa y que de alguna forma alentó la epopeya de la lucha.Tras recorrer su literatura casi todos los movimientos artísticos del siglo veinte, acabó siendo seguidor de Mussolini y el fascismo italiano profesando un alto grado de antisemitismo, el cual comparte con la figura histórica de Ricardo Corazón de León.
Está claro que el polifacético poeta tuvo que vivir en un ambiente de presión bélica en el que quiso ser de alguna forma con su poesía una voz que clama por los valientes soldados que acuden a la batalla,pero lejos queda esa mística medieval,en la que la espada y el arrojo de los guerreros quedó sepultada por una guerra de desgaste en las trincheras en la primera guerra mundial y un salvajismo atroz en la segunda donde la maquinaria armamentística dejó desfasados antiguos valores como el honor y la lucha cuerpo a cuerpo.

Es mucho lo que inspira este poema,una ráfaga que sacude nuestra mente invitándonos a recrear de alguna manera los mitos y arquetipos que pueblan el subconsciente humano,algo inmemorial y eterno como es la oposición y contradicción entre fuerzas que aunque enfrentadas provienen de un mismo origen y cuyo final después del enfrentamiento pueda ser una nueva sestina, no sobre la paz sino sobre la superación de uno mismo,porque al final todos nos enfrentamos no solo a enemigos visibles, también a nosotros mismos y tal vez esa lucha,esa guerra sea el verdadero combate al que todos estamos abocados y que Ezra Pound pudo comprobar en sus propias carnes.

Porque a veces la vida del poeta es la verdadera poesía y si hay un deseo interior hacia la lucha esta se convierte en cántico,en mito,en sestina,atrapa al lector con la fuerza de un huracán desprovisto de moral y cobardía donde solo tiene cabida un empuje,un amarre,algo que está mas allá de lo cotidiano y sumerge nuestra mente en una lectura que enraíza con la necesidad de una nueva condena,un nuevo horizonte,porque al fin y al cabo que no hace Bertran de Born  sino seguir los impulsos vitales que le marcan sus deseos y como Ezra Pound, vive ese personaje al que da voz con una furia embriagadora,un sentido que es el único capaz de darnos la contemplación de la explosión de la naturaleza a la que se compara con la explosión de nuestros instintos mas destructivos,algo que al fin y al cabo nos persigue,algo que forma parte del ser humano y que no podemos negar y a lo que el poeta quiso poner música con sus palabras.