¿Cómo has pasado las navidades
bien o en familia?
Recuerdo que las navidades en
casa eran la fiesta más importante para todos, los que estaban viviendo fuera,
regresaban a casa para estar con los suyos, casi siempre había un día en que
nevaba y además, entre fiesta y fiesta, aquí en alcázar de san Juan, son los
carnavales.
Recuerdo que vivíamos con la
abuela y en las cenas de noche buena y noche vieja, no se cuestionaba otra cosa
que el menú, todos acudíamos a su casa y nos disponíamos alrededor de una mesa
dejando en cada casa las opiniones desfavorables…o igual es que era pequeñita y
no me enteraba de según qué cosas que ahora como adulta entiendo, aunque no
comparta.
Recuerdo una noche vieja que
cenamos en el patio, estábamos todos, familiares y agregados; mi hermano
acababa de regresar del servicio militar, de Melilla, y trajo Hachis, así que
tras la cena, mi hermano, Toni y mi padre se liaron unos cigarritos y mi abuela
comentó, que sin saber lo que era, ella no quería drogas en su casa, a lo que
todos respondieron “abuelita, si esto no son drogas” y seguimos con la fiesta.
Toni no paró de hablar…y de beber agua, mi padre no paró de cantar, Antonio no
paró de bailar y el resto no paramos de reir. Aún recordamos todos ésa noche
vieja, como una de las mejores, pero también como la última en la que todo
salía según lo previsto.
Cuando la abuela murió, comenzó
la discordia, ahora no estaba muy claro dónde cenábamos esa noche, si en casa
del tío, en casa de la tía o en nuestra casa…y ahí estamos. Hasta entonces la
navidad la pasábamos bien, ahora la pasamos en familia y este año, para más
inri, somos solo la familia nuclear.
Recuerdo cuando los primos,
bueno, en realidad las primas, decidimos quitar a nuestras madres de cargos y
compromisos y preparar nosotros la Nochevieja, recuerdo las reuniones previas
para elaborar el menú, el día de cocinar que nos pegábamos, el preparar las
supermesas, porque somos 18 a cenar y que cuando llegábamos todos arreglados
para asistir a la fiesta, siempre,
siempre había algo que fallaba, o alguien con mala cara o alguien que no
quería estar allí.
Ahora nos quedan las reuniones
para preparar la noche vieja, el ver como sentamos a la gente que no se soporta
para que no resulte tan violento, las comidas y cenas que disfrutamos con la
excusa de preparar esa noche y también este año, las reuniones más informales
para plantear nuestras diferencias en esta decisión que han tomado nuestras
madres sin contar con nosotros.
Esta será la primera noche vieja
que cenemos solos en casa y puede que la última que cenemos en familia, igual
el año que viene la pasamos en Estambul y la pasamos bien y no en familia.