viernes, 24 de agosto de 2012

(B)atania

Así te conocí, primero como Batania y luego como Neorrabiosos, pero tenia prisa por escribir sobre ti, así que no he podido esperar a la (N).
La primera vez que encontré tu blog, uno de esos que ya no existen, que has cerrado de forma definitiva, me sorprendió esa mezcla de figuras retóricas, ese darle velocidad a los adjetivos, eso de colorear algunos aromas y pintar por las paredes...lo que más me gustó es lo de pintar por las paredes, lo de hablar con ellas.

Primero pensé qué sería Batania, porque yo soy de la Mancha de don Quijote y he leído el libro y la calle de al lado de donde yo viví hasta los trece años se llama Los Batanes...y no fue hasta que lo explicaste en una entrevista que me di cuenta de que había intuido bien el origen...lo que no sabía es que tú eres un lugar, tu propio lugar en el mundo.

Y ahora, que tengo tu libro entre mis manos y que quiero leerle tus poemas a todo el mundo y que te has convertido en palabrista por propio derecho, quiero compartir aquí tu definición, que me parece preciosa...con tu permiso: " Batania es una propuesta de espacio personal, un contrapaís de 1,76 de altura y 67 kilos de peso situado entre Argüelles y Malasaña, con un PIB mensual de 856 euros que se invierte a medias en alimentos para el estómago y para el cerebro. Proviene del mestizaje de latania, palabra que leí por primera vez en Ocnos, de Cernuda, con el episodio de los batanes de El Quijote".

He paseado por allí, he visto lo que escribes en las paredes e incluso confieso que te he copiado...me parece tan fundamental la reflexión a la que conducen tus pintadas que quiero llenar con ellas el espacio de la ciudad que habito.

Así, "Neorrabiosos es la propuesta de tiempo de Batania, un tiempo de rompan filas. Cuando comencé la poesía se me hizo la misma crítica desde muchos ángulos: mis poemas, eran tan violentos que no se entendían en una democracia. "Escribes demasiado rabioso", me precisaron, y yo me añadí el neo- más por autoparodia que por intención agresiva. El adjetivo me vino a la cabeza por una carta de Clarín a Menendez Pelayo que leí por primera vez en Los ensayos liberales, de Gregorio Marañón".

Ahora has cerrado de nuevo el blog y yo no me río, no me hace ninguna gracia y estoy deseando que el jueves vuelvas a escribir, que abras de nuevo estas ventanas que dan un poquito de luz a tanta oscuridad y barbarie.



SI ME SIGUES BESANDO SE VA A CAER

Ningún sin papeles será detenido esta noche en Madrid;
cuando la mujer que amo se acerque y me bese en los centros, 
las patrullas huirán acosadas por troyas de niños salvajes.

Me besa y siento que cae El Corte Inglés. Me besa
y se apagan las luces de La Caixa. Me besa tan alto
que quiebran las bolsas, muere el dinero,
y sufre el anciano incoloro de los metales.

Se va a caer el sistema si me sigue besando.
Con besos de pedrada contra los lunes.
Con besos de lapa bajo los coches.
Con besos saliva contra las balas.
Con besos tornillo contra la usura.

Se va a caer, en serio, se va a caer.
Se están despertando los osos del viento.
Estamos a punto de vivirnos. si
me sigues besando tan alto se va a caer,
Natalia, se va a venir al suelo
El Corte Inglés.


P.D. Hoy voy a tener una mañana solitaria y reflexiva, pero me llevo tu libro de poemas y pintadas para llenarlo de arena y leer a la orilla del mar.

lunes, 20 de agosto de 2012

Rafael (A)lberti


Cuanto más miraba éste abecedario, más posibilidades me presentaban las letras, más imágenes surgían en mi mente, más mensajes en una botella me llegaban...

¿Recuerdas? cuando lo importante era tomarse el tiempo de pensar, allá donde estuvieras, habitando tu casa o la del exilio, cuando no había mensajes instantáneos por móvil, wasap, msm, etc...

Cuando uno se sentaba a la orilla del mar, a las faldas de la sierra o en el camino del final del pueblo a mirar las estrellas y pensar...reflexionar...indagar en su interior y recordar cada palabra leída en esa carta que acababa de encontrar, en cada palabra que compondría la respuesta,si llegaría o no y ¿a quién? ¿en qué situación? ¿ dónde la leería su destinatario? si respondería...

Hoy todo es más fácil...pero también más difícil. Sin el tiempo para los que tenemos cerca porque tenemos que responder a los que están lejos y sin el tiempo necesario para los que están lejos, porque la respuesta ha de ser inmediata...para recibir otro mensaje y contestar.

Por eso me encantan éstas letras, porque puedo pasear por ellas y llegar hasta ti . Da igual que estés cerca o estés lejos porque se que estás conmigo ahora, en estos instantes que escribo y en todas y cada una de las cuatro estaciones.

Primavera

Primavera de flores y de sangre.
Mas yo quiero mirarte, primavera,
 verde y florida solo, toda verde
como si el mundo, si la tierra toda
despertase un jardín, un inicial vergel
de altas espigas llenas y frutales.
Las manos ya no están cansadas, ni los rostros
fatigados del sol y las sabores
dobladas de los siglos.
Todo es amor recién nacido y puro.
Canta la juventud por las aradas
y en la penumbra quieta de las hojas,
pájaros sin acecho y sin temores,
se ama en paz y duermen los amantes.
...Pero desde las sombras todavía
asaltan a la luz los asesinos.


Rafael Alberti                         


miércoles, 15 de agosto de 2012

Sí, mar, lo sé, tú eres para mí, la otra orilla.



Hace solo cuatro días estaba en El Puerto de Santa María, en la casa de Rafael Alberti, mirando embelesada cada una de las letras de un abecedario que dibujaban otros mundos.
No tenía ninguna pretensión, como otras veces, no sabía que me esperaba porque llegué sin expectativas, pero lo único que me faltó fue tiempo para seguir disfrutando de esos otros mundos que nos proporciona la poesía. Sin embargo, el azar volvió a entregarme una letra que comparto, volvió a llevarme al otro lado del espejo y me volvió a enseñar que las aguas y las letras y las tierras y las armas se mezclan y se alimentan las unas a las otras.

Sí, mar, lo sé, tú eres para mí, la otra orilla.

Donde te miro y veo pasar las estaciones con esa intensidad de colores, olores y sabores que saben mejor compartidos; y uno ya no se siente tan solo, uno ya no se sabe solo.

Y de repente, al día siguiente, pensando de nuevo en ti, se me ocurrió la idea. No es una idea brillante, ni siquiera original, es como un trabajo que deseas hacer de corazón, poniendo toda tu alma, entregándote a él y si es necesario, quitándote tiempo de otros placeres. Pero sabes que cada instante que le dediques será alargado en el tiempo; que tienes suerte de poder saborear lo vivido y extraer cada una de las esencias, las especias, los aliños, la miel y el limón, el hinojo y la canela, la naranja y el chocolate, el vino y el pan y por supuesto la sal y la brisa de la otra orilla.