martes, 30 de octubre de 2012

(J) M. Coetzee. (J)uventud


Contarse a uno mismo mentiras para justificarse es conocer la miseria intelectual de primera mano, la sofistería solo devendrá más deleznable todavía. Nada puede decirse a su favor, tampoco, para ser verdaderamente sincero, nada puede decirse a favor de que no tenga nada que decir.
En cuanto a la sinceridad despiadada, la sinceridad despiadada no es un truco difícil de aprender. Al contrario, es la cosa más fácil del mundo.
Del mismo modo que un sapo venenoso no se envenena a sí mismo, así, enseguida endurecemos la piel contra nuestra propia sinceridad.
¡Muerte a la razón, muerte al habla! lo único importante es hacer lo que debes, ya sea por la razón correcta, por la equivocada o por ninguna.

sábado, 27 de octubre de 2012

Ramón del Valle (I)nclán



Novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista, Ramón del Valle Inclán publica en 1919 La pipa de kif, obra poética que presenta temas suburbiales y tabernarios con un enfoque cercano al esperpento. A partir de 1920 la obra de Valle se centrará en la denuncia de un mundo dominado por lo deforme y lo absurdo.Aquí tenemos otro poema de un autor que revolucionó la literatura española utilizando elementos cotidianos que hoy aún se repiten.
LA PIPA DE KIF
Mis sentidos tornan a ser infantiles,
tiene el mundo una gracia matinal,
mis sentidos como gayos tamboriles
cantan en la entraña del azul cristal.
Con rítmicos saltos plenos de alegría,
cabalga en el humo de mi pipa Puk,
su risa en la entraña délfica del día
mueve el ritmo órfico amado de Gluk.
Alumbran mi copta conciencia hipostática
las míticas luces de un indo avatar,
que muda mi vieja sonrisa socrática
en la risa joven del Numen Solar.
Divino penacho de la frente triste,
en mi pipa el humo da su grito azul,
mi sangre gozosa claridad asiste
si quemo la Verde Yerba de Estambul.
Voluta de humo, vágula cimera,
tú eres en mi frente la última ilusión
de aquella riente, niña Primavera
que movió la rosa de mi corazón.
Niña Primavera, dueña de los linos
celestes, Princesa Corazón de Abril,
peregrina siempre sobre mis caminos
mundanos. Tú eres mi «spirto gentil».
¡Y jamás le nieguen tus cabellos de oro
jarcias a mi barca, toda de cristal,
la barca fragante que guarda el tesoro
de aromas y gemas de un cuento oriental!
El ritmo del orbe en mi ritmo asumo,
cuando por ti quemo la Pipa de Kif,
y llegas mecida en la onda del humo
azul, que te evoca como un «leit-motif».
Tu luz es la esencia del canto que invoca
la Aurora vestida de rosado tul,
el divino canto que no tiene boca
y el amor provoca con su voz azul.
¡Encendida rosa! ¡Encendido toro!
¡Encendidos números que rimó Platón!
¡Encendidas normas por donde va el coro
del mundo: está el mundo en mi corazón!
Si tú me abandonas, gracia del hachic,
me embozo en la capa y apago la luz.
Ya puede tentarme la Reina del Chic:
no dejo la capa y le hago la cruz.

sábado, 20 de octubre de 2012

Vicente (H)uidobro


PREFACIO

     Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
     Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
     Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche.
     Amo la noche, sombrero de todos los días.
     La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
     Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
     Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
     Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoiris.
     Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.
     El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.
     Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
     Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora incontestable.
     Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
     Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso, como un ombligo.
     «Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
     »Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
     »Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero indiscutible.
     »Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
     »Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
     »Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca, para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
     »Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»
     Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto.
     Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
     Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.
     Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de mi tablero:
     «Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
     »Se debe escribir en una lengua que no sea materna. 
     »Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte. 
     »Un poema es una cosa que será.
     »Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
     »Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser. 
     »Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
     »Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco.» 
     Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
     Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
     Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice: 
     »Mira mis manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?
     »Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
     »Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
     »Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
     »Digo siempre adiós, y me quedo.
     »Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.
     »Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
     »Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
     »Ámame.»
     Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
     Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
     Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
     Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
     Ah, qué hermoso..., qué hermoso.
     Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.
     Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
     Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
     De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
     Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
     La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
     Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados. 
     Aquél que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos activos.
     Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
     Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.
     Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
     Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
     El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
     Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
     Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una noche de trabajo continuo.
     El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
     Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
     Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
     Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
     Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
     Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
     La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
     Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
     Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
     Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
     Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
     ¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
     Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
     Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
     Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
     Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
     ¿Qué esperas?
     Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
     Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Contra Jaime (G)il de Biedma (en su propia voz)

CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!




No publicó mucho, ocupado en vivir y trabajar, debatido entre su esencia y su presencia, entregado a un padre que esperaba algo distinto de él, no más, no menos, simplemente distinto. Pero cada poema es crítico, sincero y autoritario.
El determinismo de una sociedad incapaz de cambiar su historia y el conformismo y desencanto que impregna el mundo intelectual de izquierdas después de la transición a la democracia le abocaron a la desesperación. Fracasaron sus esfuerzos por sobrevivir a la apatía del conformismo burgués del que no conseguía escapar. Esto le condujo a abandonar prácticamente su producción literaria hasta su muerte por sida en enero de 1990, al lado de su último compañero, el actor Josep Madern.
He elegido éste poema, llevada por ser una piedra que lanza sobre su propio tejado. ¿A quién no le cuesta aguantar su yo? ¿A quién no le cuesta reconocerse en uno? ¿Quién no se cansa de aguantar los formalismos que nosotros mismos nos autoimponemos?.
Pues quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

martes, 16 de octubre de 2012

José María (F)onollosa

LA ESPERA

He venido a buscarte.
Sé que estás por el aire moldeado
la forma de tu ser tan inconcreto,
naciendo para el símbolo, la rosa,
para el mástil y proa entre la niebla,
naciendo para mí, pero tú ignoras
que yo te estoy creando con mis sienes
en el cuerpo y el alma que posees.
Quizás esté reciente todavía 
tu voz que despertó a la madrugada
como una alondra, blanca de sonido,
o el jazmín de la noche por el cielo
sabe ya del fulgor de tu mirada.
Acaso no te he visto porque estaban 
mis ojos inventando tu sonrisa.
Pero tú estás aquí, tan inminente
acaso, como muerte que mira, 
tan cierta como vela que palpita
al ir a besar labios de horizontes,
tan bella como un río que se peina
sus cabellos de lirios en la orilla.

Cuando llegues vendrás por el camino
de tu joven desvelo de miradas,
por una adolescencia de tus labios
aprendiendo en mis besos tu pasado.
Y se que sentiré tu hondo mensaje,
leído por mi piel y sangre toda,
cuando tu mano escriba entre la mía
el inefable instante del hallazgo.
Mas esperaré ya tanto por el cielo
la nube mensajera de tu carne,
que cayeron los días sucesivos
como frutos maduros ya de insomnio.
Y aún oigo tu voz,
palabras que como agua me recorran
trayéndote consigo.
Tu voz que ascenderá
a la cumbre del imposible olvido
cuando me digas "Ven".
Y aún no puedo verte, 
hallarme todo nuevo allí en tus ojos
cuando me mires, sí, cuando me mires.
Por eso, porque muero sin tenerte 
un poco cada día, como lluvia
sin manos donde pueda ya acogerse,
he venido a buscarte.

Éste poema extraído de "La sombra de tu luz" es solo un preludio de lo que vendrá después; pero he querido que el poema sea de su primer libro porque en estos casos, donde el poeta es joven, aún no está asentado en ninguna corriente, tiene un estilo personal y además se arriesga, investiga y no tiene más miedo que a sus propias críticas, podemos intuir lo que vendrá después.

¿Poeta del suburbio? , ¿poeta olvidado?, ¿poeta menor?, lo que está claro es que él decidió seguir su propio camino y criticó en su novela en verso "Poetas en la noche" lo endogámico de la poesía, los círculos cerrados, los circuitos subvencionados, y que se publique poesía que solo leerán los propios poetas.

Llevo un tiempo leyendo poesía, por éste y por otros motivos y lo cierto es que me encuentro con ventanas al alma en cada una de ellas, con aforismos, con retazos filosóficos, con historias, y con verdades, porque la poesía desnuda el alma, de quien la escribe y de quien la lee, se repiten temas que son universales y además humanos, demasiado humanos...


lunes, 15 de octubre de 2012

(E)zra Pound


HABLA: Bertran de Born. 
Dante Aligheri puso a este hombre en el infierno porque siempre estaba buscando pelea. 
Eccovi! Juzgad vosotros: ¿Lo he sacado de la tumba? 
La escena ocurre en su castillo, Altaforte.
 "Papiols" es su juglar. 
"El Leopardo" es el emblema de Ricardo Corazón de León.

I
¡Maldición! Todo este sur apesta a paz.
¡Perro hijo de puta, Papiols, ven! ¡Que haya música!
Tan solo vivo cuando chocan las espadas.
Pero ¡ah!, cuando veo enfrentarse a los estandartes de
oro, púrpura y marta cebellina,
y a los anchos campos volverse carmesíes debajo de ellos,
entonces aúllo hasta que mi corazón casi enloquece de regocijo.

II
En el cálido verano tengo gran regocijo
cuando las tempestades matan la paz hedionda de la
tierra
y los relámpagos del cielo negro resplandecen carmesíes,
y los truenos feroces me rugen su tonada
y los vientos chillan entre las nubes enloquecidas,
enfrentados,
y por todos los cielos hendidos chocan las espadas de
Dios.

III
¡Quiera el infierno que pronto oigamos chocar de nuevo
las espadas!
¡Y el relincho frenético de los destreros regodeándose
en la batalla,
enfrentando entre sí sus petos erizados de púas!
¡Más vale una hora de combate que un año de paz
con comidas grasientas, alcahuetas, vino y delicada
música
¡Bah! ¡No hay vino como la sangre carmesí!

IV
Me encanta ver salir el sol carmesí como la sangre.
Y contemplo cómo sus lanzas chocan con la oscuridad
y me llena el corazón de regocijo
y la boca se me llena de música disoluta
cuando así lo veo burlarse y desafiar la paz,
su voluntad solitaria enfrentada a toda la oscuridad.

V
El hombre que teme la guerra y se atrinchera
oponiéndose
a mis palabras en pro de la batalla, ese no tiene sangre
carmesí,
sino que solamente sirve para pudrirse en la paz
mujeril, lejos de donde se gana el honor y las espadas chocan.
Por la muerte de esas furcias yo siento gran alegría;
oh, sí, y el aire lo lleno con mi música.

VI
¡Papiols, Papiols! ¡Que haya música!
No hay otro ruido como espadas contra espadas,
no hay grito como el regocijo de la batalla
cuando nuestros codos y espadas gotean carmesí
y nuestras embestidas chocan con la carga del
«Leopardo».
¡Que Dios maldiga por siempre a los que piden «Paz»!

VII
¡Y que la música de las espadas las vuelva carmesíes!
¡Quiera el infierno que oigamos nuevamente chocar las
espadas!
¡Que el infierno tiña de negro por siempre el mero
pensamiento «Paz»!

El tema básico de esta sestina es el de la guerra,la lucha,el momento pletórico de desenvainar las espadas y de manera guerrera combatir por el simple placer del combate,por la satisfacción del desafío y la valentía,se refleja un paisaje donde el hombre sobrevive durante unos instantes a golpe de metal y donde los festines cobran un matiz que auguran una nueva lucha,un nuevo campo de batalla,una voz que guía al guerrero como un elixir que recorre sus venas deseando que por ellas corra la sangre de la destrucción,donde el miedo solo tiene cabida para empujarnos a renegar de todo eso en lo que algunos depositan sus esperanzas como es la paz,es una autentica apología de la guerra de un personaje metido en una coraza que ruge como una tormenta de chispas de acero doradas por un sol veraniego ensangrentado.

Y es que este viejo trovador,guerrero y sembrador de discordias disfrutaba de las delicias de un buen baño de sangre y sudor y a lo largo de su vida no dejó de demostrarlo creando el conflicto allí donde pasaba,encontrando o buscando enemigos,desafiando a los mas temerarios,dejando entrever que también había momentos para las elegías y los cantos arrebatadores de una belleza singular,que el enemigo si mostraba su valentía podía convertirse en aliado y que un canto de guerra siempre sacudía su mirada con el deseo de encontrar un nuevo reto.

La sestina de Altaforte es un canto a la guerra,tal vez influenciado por la literatura que Ezra Pound solía leer y a la cual aspiraba imitar,escritores como Homero y Dante o sabios como Confucio dotaron al poeta de la necesidad de crear otra divina comedia,una nueva mitología enraizada en la literatura medieval, también era seguidor de la literatura del siglo diecinueve, centrando su interés en corrientes ocultistas y en la mística neorromántica.

Fue un exaltado defensor de la lucha y que vivió en un siglo donde se sucedieron dos guerras mundiales que convulsionaron Europa y que de alguna forma alentó la epopeya de la lucha.Tras recorrer su literatura casi todos los movimientos artísticos del siglo veinte, acabó siendo seguidor de Mussolini y el fascismo italiano profesando un alto grado de antisemitismo, el cual comparte con la figura histórica de Ricardo Corazón de León.
Está claro que el polifacético poeta tuvo que vivir en un ambiente de presión bélica en el que quiso ser de alguna forma con su poesía una voz que clama por los valientes soldados que acuden a la batalla,pero lejos queda esa mística medieval,en la que la espada y el arrojo de los guerreros quedó sepultada por una guerra de desgaste en las trincheras en la primera guerra mundial y un salvajismo atroz en la segunda donde la maquinaria armamentística dejó desfasados antiguos valores como el honor y la lucha cuerpo a cuerpo.

Es mucho lo que inspira este poema,una ráfaga que sacude nuestra mente invitándonos a recrear de alguna manera los mitos y arquetipos que pueblan el subconsciente humano,algo inmemorial y eterno como es la oposición y contradicción entre fuerzas que aunque enfrentadas provienen de un mismo origen y cuyo final después del enfrentamiento pueda ser una nueva sestina, no sobre la paz sino sobre la superación de uno mismo,porque al final todos nos enfrentamos no solo a enemigos visibles, también a nosotros mismos y tal vez esa lucha,esa guerra sea el verdadero combate al que todos estamos abocados y que Ezra Pound pudo comprobar en sus propias carnes.

Porque a veces la vida del poeta es la verdadera poesía y si hay un deseo interior hacia la lucha esta se convierte en cántico,en mito,en sestina,atrapa al lector con la fuerza de un huracán desprovisto de moral y cobardía donde solo tiene cabida un empuje,un amarre,algo que está mas allá de lo cotidiano y sumerge nuestra mente en una lectura que enraíza con la necesidad de una nueva condena,un nuevo horizonte,porque al fin y al cabo que no hace Bertran de Born  sino seguir los impulsos vitales que le marcan sus deseos y como Ezra Pound, vive ese personaje al que da voz con una furia embriagadora,un sentido que es el único capaz de darnos la contemplación de la explosión de la naturaleza a la que se compara con la explosión de nuestros instintos mas destructivos,algo que al fin y al cabo nos persigue,algo que forma parte del ser humano y que no podemos negar y a lo que el poeta quiso poner música con sus palabras.



domingo, 14 de octubre de 2012

Roque (D)alton

Termino de leer "La ternura no basta", por la verdad todos los lutos y me ha sorprendido este poeta salvadoreño. Asesinado por sus propios compañeros, acusado de ser agente de la Central de inteligencia de los Estados Unidos, de trabajar para la inteligencia cubana y de insubordinación ante la Dirección Nacional de la organización.
 Lo que en el fondo quieren decir estos poemas al publicarse en conjunto es : así vio el poeta en su conjunto el amor, la lucha, la ridiculez de la burguesía, la tierra mitológica de sus padres, sus propias dudas, las cárceles, la proximidad de la muerte, las sutilezas conceptuales de la lucha ideológica, el diálogo, el país ajenado, el placer, las lágrimas, la esperanza ferrea.

DE NUEVO A CERCA DE LAS CONTRADICCIONES EN EL SENO DE LA POESÍA
Nuestra poesía es más puta que nuestra democracia
con sus párpados puede corromper a la juventud
trompeta de burdel sonada hacia el horizonte
a lomos de una vaca a punto de desintegrarse
pero ducha en el póker de los siglos
Cristo con bello chaleco de jazzista
clavado químicamente a su propio milagro
el poeta simulará una espléndida mudez
pensando que tan solo la ciudad es naúfraga
rezo a tu tempestad imploro
suplico cara a cara por tu tempestad
gozne justo de goce flete de oro
hacia el desierto que clama por la sal
Crema de lástima emboscada flagrante
todo esto es solo una erizante broma
cuando no lloras eres espantoso
como un payaso de caucho descolorido por la corriente
La poesía es el cubo de la leche de burra
donde calló la estrella por quienes todos preguntan
Otra jugarreta de la locura
y perdería mi puesto de centinela formidable
cayendo como la lengua de un ahorcado
hasta una jaula llena de lobos frágiles
Una erizante broma nada más
emboscada flagrante
puta poesía para simular.






sábado, 13 de octubre de 2012

La casa más bonita


Quería agradecerte que aparecieras ahí donde ya nadie podía tranquilizarme, donde todos mis miedos saltaron en esa piscina semivacía, verde y llena de hojas, que acusaba el final del verano y que yo miraba a través de un cristal que me resultaba, no se como, conocido. Llegué a aquel lugar corriendo, venía escapada de otra fiesta a la que tampoco había sido invitada, es algo que últimamente sucede en mis sueños y la sensación de no saber cómo has llegado allí, si conocerás a alguien o el motivo de la fiesta, aumenta las dudas y el malestar. Venía persiguiendo mis sombras, y ellas me pisaban los talones, así que el caminar en círculos hasta el alba y despertar, también va convirtiéndose en costumbre. Pero al colarme aquí, en tu fiesta, sin saber que era tuya, me transmitió algo de seguridad, no confort o comodidad, sino oxígeno. Como a Luismi solo lo he visto una vez, cuando abrió la puerta fue como ver una cara conocida, nada más. Dentro, en el jardín, las cosas no mejoraron, para colmo llegué en mitad de un espectáculo extrañísimo donde unos enanos metidos en una jaula redonda, declamaban oraciones de diferentes obras de Shakespehare y pensé ¡debo estar soñando! pero no me despertaba. Entonces encontré a Belén y su tímida sonrisa y ella se asustó, sus ojos preguntaban -¿qué está haciendo ésta mujer aquí?-, y yo misma me formulaba esa misma pregunta. Continué deambulando por el jardín, imbricándome con el resto de invitados, intentando esconderme o saltar la valla y salir de allí para seguir huyendo de mi misma; pero de repente, bajo un árbol, apoyada en el quicio del pollete de una fuente, te vi y entendí que debía hablar contigo, como si solo tú fueras capáz de entenderme, como si mirando a mis ojos navegaras hasta lo más profundo de mis sentimientos y no hicieran falta más palabras, como si todos formáramos parte de lo mismo y comprendiéramos a quien quiera que fuera que tuviéramos delante; pero siempre nos hacen falta las palabras, hemos perdido esa capacidad para comunicarnos. Todos menos tú. Por eso quería agradecerte que aparecieras ahí donde ya nadie podía tranquilizarme y que me tranquilizaras.

PD Lo que no sabía hasta encontrarte en mis sueños es que estabas embarazada, de mellizos. ¡Enhorabuena!.

jueves, 11 de octubre de 2012

Lo difícil


"Eran protagonistas egocéntricos mágicos. Eran destartalados absurdos ingeniosos cargados de frescura de promesas de bromas. Eran de divertidos y de amigos de hermanos pero eran sobre todo de amantes de asquerosos de lujuria y de gula. Eran puros de ganas de ansias de pasiones y eran malabaristas de instintos de mentiras. Eran los del bochorno de todas sus familias. Eran los de los juegos y los que molestaban los que se divertían los que se desnudaban encima de las voces. Eran desagradables y dulces y bienquedan y eran exagerados escandalosos tontos. Eran enamorados adorables bellísimos figuras luminosas y lápices de olores cruzadores de calles. Eran envenenados cotillas orgullosos y lo sabían todo. El uno sobre el otro de lado desde atrás de puntillas de risas. Eran hechos de hierro y de miedo y de mierda de no pedir disculpas de llorar por amor. Y a veces pese a todo era que se enfadaban sufrían se callaban escocían dolían mareaban...Eran de vuelta y media de no salvarse ahora ni nunca ni mañana. Eran desangelados de dejarse la fruta de los de la vagancia a cuestas y sin prisas. Eran y se comían se besaban lo hacían en glíglico pensaban descansaban. Eran de libros buenos y eran de los que hacían el amor el dinero su público las ganas jugándose los cuerpos a golpes a poemas a garbilote limpio. Eran y se buscaban se querían para siempre y se desfiguraban dedicaban el día la noche los maitines a amarse a desamarse a desgraciarse cogidos de la mano. Y se sabían felices y se necesitaban para sentirse dioses y se nacían juntos y no se separaban por siemeses por burros por haber aprendido a salirse del mundo."

M.M.M.