Yo tu musa, tú mi inspiración.

Con esa fuerza extraordinaria

regresas de nuevo a ti, 

sin otra posibilidad que el avance hacia la luz,

después de una noche oscura.

De nuevo te anuncias como la lluvia que no llega. 
Con el agua y la luz formaremos algo parecido a una red. 
Y los pescaremos, a él y a ella, a ti y a mi. 
Y estaremos juntos de nuevo. Otra breve eternidad.

Hoy, ha tenido lugar una sala llena de niños. 

Ahí están, alegres, llenos de color, distintos, 

Todos sentados en el suelo y atentos. 

Yo les he contado historias, que es todo lo que se hacer. 

Ahí estabas tú, otra niña. El pozo de los deseos.

Teatro

Vamos a montar la función, nos hemos liado la manta a la cabeza

Desiertos

Eso es lo malo de las ilusiones y las expectativas unilaterales,

Ya me lo dijo un amor hace miles de millones de años.

La culpa es de uno cuando no enamora  y no de las circunstancias

El interés es lo que tiene, que es personal e intransferible.

Después de leer tanto, dormir tanto, comer tanto y pensar tanto

Solo encuentro frente a mí un desierto, yo, que aspiraba a los oasis

Aún así no me rindo, no creas que eres tan importante ahora

Ya lo fuiste, ya pasó, ahora todo es de un rojo sangre que coagula

Que late y vive, pero va secándose cada día que pasa solo

Y no hay alternativa, solo planes a corto plazo que nada tienen

Que ver contigo, ni conmigo, o tal vez solo contigo, porque yo…

Sólo espero que pase este tiempo, que llegue el verano y regresar.

A vueltas con la luna

Otra vez te espero, de nuevo te encuentro y vuelves a huir.

Como el amor, ese que espero regrese algún día a mi lado

Que de nuevo lo encuentre dispuesto, sonriendo y soñando

Pero que se quede, aunque sólo sea una de estas vidas.

¡Cómo ardes como un Sol justo al amanecer, en guerra!

¡Cómo aguantas justo el tiempo de guiñar un ojo para dar

los buenos días, en este poco invierno que nos resta!

¡Cómo me gusta encontrarte por sorpresa y perseguirte!

Eres imposible y por eso me hipnotizas, sin saber.

Me hablas en un idioma que entiendo a fuerza de años.

Pero te miro siempre como si fuera la primera vez.

Y siempre, siempre, ando echándote de menos, como al amor.

Para Clitia

La primera fiesta la quiero hacer con los niños. 

Música, baile, juegos, confetis, serpentinas y golosinas. 

Dormiremos juntos y desayunaremos en la cama, con el pijama puesto y las ventanas abiertas. 

La segunda fiesta será para adultos y no cambiará nada. 

Estamos obligados a comportarnos como niños.

Pronto vamos a encontrarnos de nuevo, en ese lugar de nuestra juventud. 

Con más experiencia y algunos años a nuestras espaldas,

 pero más alegres que otras veces. 

Allí abriremos algunas puertas, haremos teatro, nos abrazaremos de nuevo. 

Y al finalizar nuestra estancia, regresaremos con ese alimento para nuestro espíritu, 

que nos permitirá soportar la espera, hasta un nuevo encuentro.

Buenos días, princesita. 

En este último domingo separadas, estoy saliendo ya de la crisálida. 

Para volar a ti, mi margarita, que paciente y nostálgica esperas mi llegada. 

Porque sabes que juntas, vamos a polinizar todas las flores de la capital.

Así te escapas, como arena entre las manos.

Miro como te deslizas, imposible retenerte.

Juegas, vienes a visitarme en sueños ,

me prometes unos días y de repente...

Me despierto y tú no estás y la niebla baja

y yo sigo esperando, impaciente, nuestro encuentro.

Desde aquí 
Ya te veo. 
Me resta solo
Olerte, respirarte.

Quedamos para despedir el invierno 
Y lo hemos conseguido, aunque vuelva
mañana con un gélido viento. 
Aquí estaremos para enfrentarlo juntas
Como la vida misma. Hasta pronto 1830.