jueves, 14 de marzo de 2013

(Z)




Ya hemos llegado a la Z, esta vez te has adelantado, ¡cómo se nota que tienes prisa por empezar tu nuevo proyecto! Y lo cierto es que yo tengo bastante interés por saber en qué consistirá…me imagino que la música seguirá estando presente.

Yo continúo focalizando mi día a día en el próximo viaje, ayer ya me empecé a poner nerviosa y echando cuentas, desde 2007 no viajo sola, así que será una buena manera de ver hasta qué punto todavía soy capaz de aguantarme, hasta qué punto soy capaz de seguir adelante y hasta dónde voy a aguantar la precariedad…en realidad me apetece, la desaceleración en casi todos los sentidos, incluso el silencio dentro de una cabeza que no para de parlotear y decirme en cada momento cosas que no hacen sino confundirme.

Solo quedan unos días para mi partida, ya tengo montoncitos hechos por toda la casa, dos maletas abiertas y un saquito de nervios en el estómago. Me importa mucho éste viaje iniciático, éste viaje a lo nuevo. Es la primera vez que viajo a un lugar del que no sé nada. Es la primera vez que lo hago sin que nadie me espere al otro lado.

Por otro lado, no sé si este es un momento  bueno para continuar por aquí; ya sé, ya sé, me fui de allá para estar sola y pensar, pero no estoy sola casi nunca. Es cierto que disfruto mucho de esos momentos de soledad, pero duran poco…no solo por la compañía que llega de fuera, sino por esos pensamientos que me llevan de unas personas a otras, conocidas y no tanto, que me tocan de cerca o que ni siquiera me rozan, pero que aparecen merodeando por espacios que me gustaría que estuvieran vacíos.

No, en estos casos la meditación no es suficiente, ayuda, pone parches, tranquiliza, pero no basta. Eso tampoco quiere decir que me marche para escuchar el silencio, es algo más pragmático, es algo más egoísta, es una manera de buscar mi propio perdón, mi sanación, para volver de allí siendo o sintiendo que soy mejor persona.

Voy a dejar de molestar durante un par de meses, lo que antes se llamaba desaparecer del mapa, pero solo para regresar siendo más humana, más amable, más sensible, más auténtica. Para dejar este país que me sigue doliendo, ese amor al que me estaba acostumbrando y esta sensación de no estar haciendo nada de lo que realmente quiero hacer.

¿Qué es lo que quieres hacer? Viajar a Kafountin, aprender a tocar el timbal, practicar el francés, nadar en el mar y conocer ejemplos de otras vidas, de otras costumbres…pues eso, menos leer y más vivir, eso es lo que quiero. 

viernes, 8 de marzo de 2013

(Y) la vida en el pueblo




Hoy es el día de la mujer trabajadora, yo quitaría la apostilla porque todas somos trabajadoras, aunque el trabajo no sea remunerado, pero eso da para otra historia, así que la guardo.

Lleva días lloviendo, es como en Macondo, el pueblo de Cien años de Soledad…no para, pero hoy ha salido el sol por un ratito y al ir a la biblioteca, me he encontrado con un grupo de señoras que estaban haciendo todo un acontecimiento de una parra recién plantada a la entrada de la casa. ¡Cuántas sonrisas en torno al distintivo de esta zona de llanura! La acababa de guiar, ella solita, para que ésta primavera florezca y el verano madure los frutos, de unas uvas que no se podrán comer aún.

El segundo acontecimiento importante ha sido poder hablar contigo, los horarios ya no importan, siempre estás aquí, allí, donde quiera que esté, apareces, con toda la fuerza de un olivo, que es otro de los frutos que por aquí abundan…y te extraño, pero me alegra que formes parte de mi, ya tú sabes, condenados.

El tercer acontecimiento del día ha sido conocer a Ibou, al primer senegalés que conozco, lo he conocido en Alcázar de San Juan, es lo que tiene vivir en un pueblo, que al final, nos conocemos todos. Resulta que su hija va a teatro con mi sobrino, que su monitora es mi prima y que uno de sus mejores amigos es Alfredo, con quien estuve plantando árboles hace dos semanas.

Pero el acontecimiento estrella sigue siento esta incesante lluvia, que a veces te sorprende en forma de granizo, a veces en forma de monjas y frailes y algunas veces, las menos, dentro de casa, lo que hace aún más especial éste viernes, que parece estar lleno de acontecimientos cotidianos, que al fin y al cabo, son los más importantes.