viernes, 7 de diciembre de 2012

José (M)artí


Bueno, ésta te la debía, sin que ninguno de los dos supiéramos a dónde nos dirigíamos, nos unió el cruce de caminos, ahora todo es lo que haría, lo que haré, lo que hago, dónde voy, de dónde vengo, y quizá no es nada tarde para preguntarnos sobre lo importante de la vida. ¿Cuándo es el momento? Ahora.

Árbol de mi alma

Como un ave que cruza el aire claro
Siento hacia mí venir tu pensamiento
Y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
Como los labios frescos de un mancebo
En su primer abrazo a una hermosura;
Cuchichean las hojas: tal parecen
Lenguaraces obreras y envidiosas,
A la doncella de la casa rica
En preparar el tálamo ocupadas:
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
Todo lo triste cabe en él, y todo
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
Ramas lo limpio: bruño con cuidado
Cada hoja, y los tallos: de las flores
Los gusanos y el pétalo comido
Separo: oreo el césped en contorno
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha,
¡Apresto el corazón enajenado!

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