viernes, 28 de diciembre de 2012

(Q)uerencias


Porque no es lo mismo querer que amar, porque solo el verbo indica cosas distintas en cada caso, porque querer es posesivo y amar es activo, generoso, abierto e innato, nos es lo mismo.
Normalmente pronunciamos “te quiero” y es algo que decidimos nosotros, a quien se lo decimos, con que tono, en qué circunstancias, y siempre esperamos algo de la persona a quien van dirigidas esas palabras.
Sin embargo, “el amor” es otra cosa, es un sentimiento, va dirigido al mundo y viene de más allá del mundo, no necesitamos palabras para expresar ese sentimiento y no podemos evitar sentir el amor, el que damos y el que recibimos.
Es verdad que algunas veces el amor se enquista, porque lo forzamos, porque lo confundimos, porque queremos poseer por largo tiempo ese sentimiento y acaba por poseernos a nosotros y entonces ya nada es lo que esperábamos, queremos más, le dotamos de una responsabilidad que lo va sujetando a lo personal y cotidiano y entonces se vuelve feo, porque le cambiamos el sentido, nos obligamos a querer amar o a que quieran amarnos y entonces…nos perdemos en nosotros, comenzamos a meternos en un jardín que han diseñado otros, con sus expectativas, con sus esperanzas, con sus famas y ahí comienza el principio del fin.
Amor propio, amar al semejante y al diferente, amar la naturaleza, amar lo que hacemos, amar la vida es en definitiva lo que todos deseamos.
Desear, otro verbo posesivo que viene de las entrañas, que no podemos controlar y que mueve los cimientos de nuestros pilares y consigue que confundamos nuestras más profundas inquietudes, esas que nos acompañan sin saberlo, esas que hacen que seamos lo que somos, esas que nos definen y nos identifican.
Sí, ya se, vuelvo a los orígenes, a la dispersión, a querer decir tanto que me faltan las palabras, pero es que esa soy yo, una pildorilla inquieta, ambiciosa y dispersa, y como dice mi hermano…”quien mucho abarca, poco aprieta” por eso necesito amar, para no amarrar, así que no necesito apretar mucho, no necesito explicaciones de fuera, tengo que encontrar las de dentro, las que no elegimos nosotros porque nos vienen de serie.
Pues eso: Querencias.

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