domingo, 1 de febrero de 2015

El tiempo


A veces, conseguimos alargar el tiempo en el día
otras veces se nos escapa entre los dedos como el agua,
pero siempre sucede de igual manera, inevitablemente
los días y las noches se suceden en una continuidad.

Eternamente, independientemente, inexorablemente.
Pero sin necesitarnos, sin tenernos en cuenta,
cruelmente va prescindiendo de nuestra demanda
y por más que alarguemos los días, el tiempo pasa.

Así que, dándonos la importancia que nos corresponde,
se nos acabó el tiempo compartido y sólo nos queda
un tiempo amable en el que nos encontramos solos.

Ahí es donde afloran nuestros miedos, los fantasmas
de todo nuestro recorrido vital, las carencias pasadas,
los anhelos y los deseos, ahí nos hacemos grandes.

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