martes, 3 de enero de 2012

Feliz mundo nuevo

Es el mensaje para este 2012 que anuncian, ¡otra vez! como el fin del mundo, y debería ser así, se debería terminar este mundo en el que lo más importante es el dinero, en el que los problemas y las soluciones vienen expresadas en forma de cifras y donde la mayor parte de occidente lo único que quiere es que vuelva a abrirse el grifo. ¿no vamos a aprender nada de este periodo de recesión? pues entonces yo digo, adiós mundo viejo y sobre todo ¡feliz mundo nuevo!.
Y como una elige los alimentos que come, los libros que lee, la música que escucha y las personas con quienes compartir todo eso, yo no voy a hacer planes para este mundo que termina, los haré para el nuevo mundo que comienza. Pero aún no puedo compartirlos con vosotros, si acaso, mirad las X razones para sobrevivir.
Volví a casa por navidad, pero creo que demasiados días y demasiado tiempo en casa, ¡claro, que no todo el mundo lo piensa así! el caso es que me llevé para alimento del espíritu el Le Monde Diplomatique, y un par de libros, pero solo he podido terminar uno, del que ya hablamos aquí y al que le debía una entrada.
Como no estoy preparada para resumir esta joya, compartiré aquí algún fragmento.

"El maestro ignorante" Ranciere Jacques.

La principal atención que el hombre puede esperar del hombre es la facultad de comunicarse el placer y el dolor, la esperanza y el temor, para conmoverse recíprocamente; "Si los hombres no tuviesen la facultad, una misma facultad de conmoverse y de entenderse recíprocamente, se volverían pronto extraños los unos de los otros; se dispersarían aleatoriamente sobre el globo y las sociedades se disolverían(...) el ejercicio de este poder es a la vez el más dulce de todos nuestros placeres, así como la más imperiosa de nuestras necesidades." p.102

El que sabe seguir siendo fiel a sí mismo en medio de la sinrazón ejercerá sobre las pasiones de los otros el mismo imperio que ejerce sobre las suyas. "Todo se realiza por las pasiones, lo sé, pero todo, incluso esas tonterías, se harían aún mejor con la razón. He aquí el único principio de la Enseñanza Universal". p. 130

El principio de la emancipación era simple; "tanto a las construcciones como a los edificios, escribía, hace falta un suelo firme, nivelado. La instrucción proporciona un nivel a las inteligencias, un suelo a las ideas (...) la instrucción de las masas pone en peligro a los gobiernos absolutos. Su ignorancia, por el contrario, pone en peligro a los gobiernos republicanos, puesto que los debates parlamentarios, para revelar a las masas sus derechos, no esperan a que puedan ejercerlos con discernimiento. Y cuando un pueblo conoce sus derechos, solo hay un medio de gobernarlo, instruyéndolo. Lo que es necesario, por lo tanto, para todo gobierno republicano, es un vasto sistema de enseñanza graduada, nacional y profesional, que lleve la luz al seno de la oscuridad de las masas, que reemplace todas las demarcaciones arbitrarias que asigne a cada clase su rango, a cada hombre su lugar. p. 166

Y es muy poco, recomiendo la lectura, a todos, padres, profesores, alumnos, para estos tiempos donde se cuestionan las necesidades más básicas. Yo como lo leí en el pueblo, se lo dejé allí a mi maestro de ceremonias y ahora que he vuelto, por lo que quiero regresar la próxima vez a Alcázar es por compartir conclusiones con él y disfrutar de nuevo, en el mundo nuevo, de esta joya del pasado.