Hoy es su cumpleaños, nos encontramos la semana pasada por la calle y le pedí que me reservara el lunes por la mañana. Nos comprometimos a madrugar los dos, cada uno por su lado, para hacer primero lo obligatorio y después disfrutar del tiempo restante en compañía, el uno del otro...pero no llama...pero no llamo.
Esto va para todos mis amigos, los que veo y los que no veo, los que llamo y los que me llaman, a los que escribo y no contestan y por supuesto a los que contestan y a los de siempre, aunque cada vez nos vemos menos.
¡Menos mal que existen estas fiestas. No por lo que representan, sino por el respiro que nos proporcionan, los encuentros anuales, que casi son rituales, y las obligaciones que nos hacen estar donde tenemos que estar, por una vez y basta.
OS QUIERO MUCHO.
Pero ahora tengo que llamar a mi profe.
¡FELIZ 2012!
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