Nueve meses después, he vuelto a
encontrar lo que dejé olvidado allá:
La inspiración, la atención, las ganas de
crear, la necesidad de volver una y otra vez sobre mis propios pasos, hasta que
de una vez por todas y para siempre aprenda la lección.
La vida es diferente para cada
uno de los siete mil millones de habitantes que hay hoy sobre la tierra; yo no
esperaba nada de la vida y sin embargo lo esperaba todo. Ahora que no tengo nada, aún lo espero todo.
La felicidad está en uno mismo, a retazos, por momentos, en pequeñas cosas que
nos parecen grandes; pero nos acompaña, aunque a veces nos empeñemos en darle
la espalda.
Una vez leí que la emoción más
adictiva es la autocompasión; paraliza, abstrae, ciega y alimenta el ego, algo
que en occidente está sobrealimentado. No solo he salido de esa emoción, ya no
solo no me autocompadezco, sino que
tampoco quiero que nadie me compadezca.
Me he encontrado allí dónde
llegué perdida, he recuperado parte de mis inquietudes, vuelvo a leer, vuelvo a
escribir, vuelvo a pintar y lo que me parece más importante de todo, vuelvo a
soñar.
Así que si la vida es sueño, los
sueños, sueños son…
FELIZ 2014.
2 comentarios:
Feliz 2014, Macarena. ¿Puedo enviarte luego un correo?
Un besazo enorme, profe. Disfruta muchísimo por las dos.
Estoy deseando leerlo
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