lunes, 18 de agosto de 2008

HOPPER


Me sabia lo bastante despierto como para entender que no se trataba de un sueño, pero esa atmósfera, era tan diferente a mi realidad que por un momento me confundí a mi mismo viviendo una experiencia cercana a los cuadros de interiores de Hopper. habitaciones de Motel con una sola ventana que iluminaba la sala de forma directa y continua, donde las sombras no variaban y el espacio se agrandaba cada vez más y más hasta que yo, que en esta caso era el protagonista del cuadro, me convertía en el centro de gravedad más triste del mundo y teñía de amarillo y verde una atmósfera gris y cenicienta que me rodeaba despojándome del aire que me mantenia en pie.
El silencio se rompió cuando abrieron la puerta para decirme que solo yo había sobrevivido al accidente y entonces me hice pedazos y caí al suelo, de donde aún no me he levantado.

1 comentario:

ALMANSA COYOTE dijo...

Muy buenos tus relatos, se nota que tienes madera de escritora.

Te animo ha que continues, me dare una vuelta de vez en cuando.

Un Saludo..