Con esos espectaculares colores que me sorprendes
cada mañana cuando conduzco a ninguna parte.
Con esos regalos ardientes a esas horas
tan tempranas, me conformo.
Cuando viajo por tus entrañas para encontrarme
con esos pensamientos que arañan costuras.
Cuando te encuentro dentro de cotidianidades
y me regalas palabras nuevas, me conformo.
Y de regreso, cuando surgen enigmáticas
las criaturas, por la carretera.
Y la música de mis vísceras me recuerda
que somos mortales, me conformo.
Ante tantas cicatrices que dibujas con colores
cuando el blanco y negro es todo lo que veo.
Ante ojos que miran y ven y observan
diariamente mis miserias, también me conformo.
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