miércoles, 5 de noviembre de 2014

Reencuentros


De un tiempo a esta parte, todo pasa de golpe. Así, sin planificar mucho, es como mejor salen las cosas. Nos hemos visto en peores circunstancias, así que, lo que en realidad hay que hacer es celebrarlo todo.

 Al guerrero hacía ocho años que no lo veía y como si hubiera sido ayer, la misma sonrisa, la misma gracia y el mismo corazón, igual un poco más grande, que ya estamos creciditos todos.

A las santanderinas no las conocía, pero como si las conociera, ya que había oído hablar de ellas desde hace diez años...nunca es tarde, chicas.

Y a mis amigos, a los de siempre, no los disfrutaba tanto desde un 2013 negro que se`paró nuestras sendas y quien sabe si el azar o la vida volverá a juntarlas.

También una nueva amistad, con los Pacos, yo diría dos Show mens, pero eso que lo juzgue cada uno.

El caso es que ha resultado ser un fin de semana mágico en una de las ciudades mágicas, vértice del triángulo de la magia negra junto con Ámsterdan y Praga. Así ha salido todo, a pedir de boca y con sabor a mazapán.

El viernes se truncó el teatro, pero igual porque finalmente no tenía que ir sola, y no fui, tenia que ir acompañada, y me acompaño Chiki, debía imbuirme  en un espacio de otros tiempos, en un texto de Shakespeare, en un tratamiento contemporáneo, en una oscuridad profunda y fría y así fue.

Y ahora...de vuelta a la realidad, una realidad cada vez más gris y aburrida. A ver si llega de una vez el azar y le da la vuelta a todo. Y ojalá estemos a la altura...del azar.


No hay comentarios: