lunes, 11 de noviembre de 2013

Los cucamonas y el niño melón.


Después de escuchar por un tiempo los colores, las acciones, algunas pistas y la duración de las canciones, las ganas de verlos actuar iban en aumento. La fecha fue cambiada, casi varían la hora y con lo que supone preparar un espectáculo, hasta el último momento había que estar pendiente de cosas.

Comenzó el espectáculo, ¿un solo vientre del que nacen dos gemelos?, podría ser, pero también podría ser Matrix y estar ahí solo para el servicio del creador, del amo, del sistema, del jefe...llamémoslo X.

En todo espectáculo y más en un espectáculo sin palabras, la música juega un papel importante y en este caso, dotaba a la escena de mayor dramatismo, pero como si el destino quisiera jugar a los dardos, nos cayeron los tres en la diana.

Nada más nacer y aprender a sostenerse sobre sus miembros, son apresados y la música desaparece...no estaba en el guión, pero ahí se demostraron varias cosas: la profesionalidad del trabajo, lo medido de los tiempos y la concentración.

Un trabajador anónimo, sometido a los poderes imnóticos de las imágenes televisivas, a la consecución del trabajo, algo que podríamos llamar también...la banalización del mal y por último a un jefe que no le paga sino con improperios.

Bueno, tienen dos rehenes más, dos trabajadores más y dos cobayas que serán alimentadas con las mismas imágenes, con los mismos mensajes. Aparentemente la banca gana y continua la alienación; pero no, algo falla, una ventana se abre, huelen las flores, entra la luz donde antes solo había oscuridad y en silencio y con esperanza, comienzan las lágrimas que ya no pararán hasta que se fundan todos en un abrazo final, fuera de escena, después de los aplausos.

Éstos chicos cuentan una historia muy cercana, muy presente y muy real, no es esperanzadora, no es decepcionante, no es moralista, pero cuando termina, tienes ganas de volverla a ver, ahora sí con la música, sin problemas técnicos, con menos tensión y con un nuevo sentido.

Enhorabuena, espero que sigáis trabajando. Aquí tenéis una seguidora.

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