Hoy ha sucedido algo extraño en el viaje a casa. Por distintas autovías cuyo destino principal era el centro de la Península me he cruzado con varios camiones que transportaban tanques. ¡Sí, sí, tanques! He contado hasta 35 y me he formulado un montón de preguntas mientras fabulaba con la situación siguiente: España ha sido rescatada, está al servicio de una Europa que componen 27 países pero que solo dirige uno, con políticas de austeridad y recortes, pero con una continuidad de crecimiento exponencial en su inversión en armamento... y no me imagino a estos tanques como los de la primavera de Praga en 1968, ¡no! incluso cuando en los 70 la primavera de Praga ya había pasado dos inviernos y sus flores tenían otro tono.... perdón por la dispersión... hoy también he bebido... el caso es que me he asustado ¿dónde irán esos tanques? ¿dónde nos conducen esos camiones? ¿ cuánto es lo poco que sabemos de lo que en realidad están tramando?
Y como cuando he llegado a casa, esta mañana, temprano, lo primero que he hecho es ir a ver a la alegría de mi vida...he olvidado los tanques, las guerras y las fábulas...entonces todo ha cambiado. Hemos empezado por los regalos, hemos continuado con los besos y los abrazos y después nos hemos inventado un mundo que realmente vale la pena. ¡Así de sencillo! viviendo el momento. Y por la tarde, nos hemos visto en el Cerro de los Molinos, contemplando el Sol a la izquierda y la luna a la derecha, en un espacio sagrado donde el viento y el agua se rozaban mientras la música celta sonaba...y además hemos recibido otro regalo.
¿quién dijo que no valía la pena?
No he estado sola a pesar de no estar acompañada, porque ahí estabas tú, como siempre, como casi siempre y pensaba en los cuatro elementos mientras permanecía encaramada en un punto geodésico viendo cómo las nubes ocultaban un sol que me invitaba a volver allí otro día, esta vez más sola, con mi propia música y un poquito antes...para disfrutar de los matices, del tiempo y de las soledades y otros poemas. Igual ahí está mi lugar de poder.Igual ahí está el ombligo del mundo. Igual ahí puedo conseguir descifrar los enigmas que se encuentran entre el ojal y el botón...no de tu camisa, sino de tu vientre, de tu barriga, de tus entrañas...
Creo que he bebido demasiado...vamos a dejarlo aquí, por el momento.
3 comentarios:
Praga... me autocensuro... lo cual es lo peor... Tanques... espero que no vayan allí de nuevo
¿Por qué la autocensura? Puedes decir aquí lo que te de la gana. He comenzado "La muñeca rusa" y me están sorprendiendo más paralelismos. Gracias Juanmi.
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