Quien se aventura hacia el Mar Profundo, aprende a Navegar...pero les muestra a todos los demás que quedarse en el pedazo de tierra segura que les fue asignado a cada uno, no es más que una forma encubierta de renunciar al Mundo: las tierras, los océanos, los mares, los manjares, la música, los olores, los colores,el Mundo con sus Habitantes, no se reduce a eso que nos fue asignado.
Y quien, para sentirse seguro, se adhiere al mínimo sector del universo que le fue dado por otros, está despreciando el verdadero mundo.
El viaje a ese Universo Verdadero, no es geográfico, es infinitamente más profundo y difícil. Y como en todo viaje, habrá que aprender a viajar mientras se viaja.
P.D. El terror al viento y al agua, jamás logró anular la tempestad.