viernes, 27 de junio de 2014

No basta con cerrar los ojos para borrar el mundo.


No basta con cerrar los ojos para borrar el mundo.

¿Puede un hombre salvar el mundo? Yo creo que más bien es el mundo quien decide salvarse por medio de un hombre…

Abrió la palma de su mano y rió al contemplar su estrella. Era la risa más contradictoria del mundo. No pensaba en la humanidad que había salvado, tan solo en Ella. Era el hombre más feliz del mundo porque la había poseído y era el hombre más infeliz de ambos mundos, porque la había perdido.

Hay silencios que anuncian algún hecho histórico y terrible; otros silencios anuncian que un hecho terrible ya es historia.

Y después, la vida sigue.

Así que sobran respuestas. La cuestión no es lo que hizo él; la cuestión es que ella, nunca hubiera renunciado al amor por una trivialidad como la salvación del mundo. Y cuando tuvo que escoger entre él y su mundo, optó por el amor, la llevara a donde la llevara.

¿Quién ha dicho que el amor es bonito? El amor es, por encima de todo, poderoso. El amor puede deformar nuestra moral del mismo modo que una viga de hierro, tan dura y sólida, se retuerce en un horno.


Imaginemos que el amor de nuestra vida se esconde bajo millones de piedras. No puede haber nada peor. O sí. Que viva en la esquina de la vida y no quiera saber nada de nosotros.

lunes, 2 de junio de 2014

Un año.


La situación fue la siguiente; emigrar para mejorar, emigrar para trabajar por un proyecto educativo abierto, integral y holista, emigrar en busca de la felicidad.

La realidad es la siguiente; en todos los países el dinero se convierte en el súbdito del poder y también viceversa. No es oro todo lo que reluce. Y tenemos una imagen demasiado idealizada de lo que es sudamérica.

Pero aquí estamos, y no nos queda más que echarle ganas y así, poco a poco, vamos superando días y ya son siete semanas las que llevo aquí.

Pero esta noche, ha sido más dura que otras, ya se venian intuyendo durante esta semana esos tempos corporales que nos acercan a los tiempos reales. 

Anoche hizo un año que mi mamá falleció y ¡Cómo la extraño, cómo la añoro, cómo la echo de menos!

Y cuanto peor estoy, más pienso en lo orgullosa que se sentiría de mi, eso me da fuerzas, me alienta, eso y también pensar que estoy haciendo camino, que vamos despacio porque vamos lejos y que soy muy, muy afortunada, porque al menos, aquí también, tengo algunas personas incondicionales.

"En todos los lugares donde he estado, he hecho buenos amigos", pero también es cierto que en algunos lugares cuesta más que en otros.