Llegué hace una semana, justo hoy una semana, y vuelvo a
Kafountine justo un jueves después, a la misma hora que el jueves anterior,
pero con nuevas experiencias, como dicen aquí, con otra vida.
El pasar un día en Banjul me hizo entrar en Senegal con menos
sorpresa, pero es extraño ver lugares donde vive tanta gente y parece que sea
un lugar en mitad del campo., donde el polvo y la arena están tan presentes que
es imposible luchar contra ellas. En Banjul coincidí con Vicente y con Juan,
dos valencianos de edades muy diferentes y con intenciones bien distintas que
me preguntaron cómo y a qué venía a África. Pues como no tenía ni expectativas,
ni sueños y tampoco información, lo único que les dije es que a parte de los
trabajos que mande la organización, el resto era una auténtica incertidumbre. A
lo que Vicente apuntó…entonces estás en el camino más libre que pueda haber, el
de la ausencia de expectativas. Y en esas estamos.
Lo que si puedo decir es que aquí los problemas son
exactamente los mismos que allí, pero más , hoy Yaya me decía que el Senegalés
tiene siempre el dinero muy presente en la cabeza, pero carece de él en el
bolsillo. Eso sí, hay diferentes precios para los tubabs, los blancos y para
los negros. El color de la piel sigue siendo muy importante y de nuevo injusto,
para ellos y también para nosotros, si se establece una diferencia ya no hay lugar para la justicia.
El lunes, en vista de que el cole está cerrado hasta el día
8, nos fuimos a Carabane, una isla en la baja Casamance, donde había un
festival de música, y allí, dormimos en el Campament de Gloria, una
valenciana que vino de vacaciones y
lleva aquí dos años. Mari Nieves, una dentista a la que conocimos con una
campaña de higiene bucal nos advirtió también de que África engancha.
Yo creo que aún no estoy enganchada, pero estoy en mi salsa,
me siento más gitana que nunca, en lo cotidiano me he acoplado de una forma
extraordinaria, siguiendo el ley motive de “allá donde fueres, haz lo que
vieres” en otras cuestiones sigo buscando, pero de momento practico un poquito
el francés y aprendo un poquito de wolof, además ya tengo un alumno de dibujo
y miro los cielo cada día, cada tarde y
cada noche.
A veces aún siento parte del pasado en el presente, pero
cada vez menos. Os quiero.